El ejemplo de las elecciones autonómicas
Hasta las elecciones legislativas de 1982, el centro político estaba representado básicamente por Unión de Centro Democrático (UCD), y es a partir de esta convocatoria electoral cuando comparamos el grado de representación política de las otras opciones identificadas en el centro. En definitiva, intentamos ver la tendencia electoral del conjunto de opciones centristas sin que esta hipótesis especulativa deba entenderse como una proyección real de voto.En 1982 los diputados obtenidos por UCD y el Centro Democrático y Social (CDS) suponían el 4% del total del Parlamento español. Y aunque no sea demasiado homologable, se podría establecer una cierta comparación con el conjunto de representaciones obtenidas en los Parlamentos autónomos donde ha habido elecciones con posterioridad a octubre de 1982, que son 15 de las 17 comunidades autónomas de España. En esas comunidades en que hubo elecciones en 1983 y 1984 el CDS consiguió el 0,9% del total de escaños, y Convergéncia i Unió (CiU), en Cataluña, obtuvo el 53,3% de la representación en el Parlamento de esa comunidad. Las demás opciones centristas sumadas a CiU obtuvieron una representación en las 15 asambleas legislativas que se sitúa en un nivel de representatividad del 12%. Hemos de aclarar que en el conjunto de opciones centristas no está incluido el Partido Nacionalista Vasco.
Se podría pensar que, al mismo nivel, no se debería incluir a CiU en el centrismo; pero, de hecho, es a partir de esta coalición desde la que se quiere impulsar una opción centrista estatal, y con la que se federarían otros partidos regionalistas, por lo que es necesario agrupar su nivel de representación junto a las opciones centristas distintas del CDS.
En el supuesto de que pudiera darse una traslación más o menos mimética de las preferencias del electorado expresadas en las elecciones autonómicas a unas próximas legislativas -siempre hablando de niveles de representación-,se traduciría en un 12,9% de escaños en el Parlamento español, que serían, en concreto, 45 los escaños a repartir entre todas las opciones de centro, incluida la Minoría Catalana.
Pero no puede olvidarse la distorsión que produce el no haber contado con los porcentajes de representación en dos comunidades: Andalucía y Galicia, que tendrán elecciones autonómicas antes de las próximas legislativas de 1986, por lo que la hipótesis de 45 escaños en el Congreso de los Diputados sería máxima, tanto para el centro como para la Minoría Catalana. Si CiU pudiera repetir sus resultados de las elecciones autonómicas de 1984 en las próximas legislativas podría pasar de los actuales 12 escaños a 25, según ese supuesto. Al centro le corresponderían, por tanto, 20 escaños, a repartir entre el CDS y la operación reformista, lo que supone una ampliación del actual centro en seis escaños. Además, en la comunidad de Andalucía (la de mayor peso en el censo) no se vislumbra una clara recomposición del centro. En el caso de Galicia se puede dar una mayor recuperación de antiguos votos de UCD para las nuevas formaciones centristas.
Teniendo en cuenta que, en la actualidad, en el Congreso de los Diputados, entre UCD, CiU y CDS suman 26 escaños, y que en Coalición Popular están los diputados de Unión del Pueblo Navarro (UPN) y del Partido Aragonés Regionalista (PAR), faltarían 17 escaños para llegar a los 45 (hipótesis máxima), siendo esos 17 los que podrían perder entre el PSOE y Coalición Popular. Si esto se cumpliese, el PSOE mantendría la mayoría absoluta en el Congreso y podría seguir gobernando con facilidad otros cuatro años.
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