Chirac, reelegido presidente del RPR por unanimidad
La reelección de Jacques Chirac, por más de 97% de los votos, como presidente del partido neogaullista Rassemblement pour la Republique (RPR) -que además nombró nuevo secretario general a Jacques Tubon, de 40 años- y la vuelta de la izquierda gobernante a la ideología dura de la "ruptura con el capitalismo", marcan el verdadero comienzo de la campaña para las elecciones legislativas de 1986, cuando todavía faltan 16 meses para la cita.Hoy, nadie apostaría una peseta en Francia por la victoria de los socialistas en esos comicios, que se celebrarán en primavera; pero ayer, en Grenoble, donde 40.000 militantes asistieron al congreso del RPR chiraquista (el partido más numeroso de la oposición con el 26%, aproximadamente, del electorado del país), su presidente, Chirac, intentó moderar las euforias anticipadas.
Este congreso ha sido el primer aldabonazo de la campaña electoral del grupo considerado como el más conservador de la actual oposición parlamentaria. Jacques Tubon, diputado de París y también edil de uno de los distritos de la capital, forma parte de los jóvenes superdotados que componen la plana mayor de Chirac; y fue elegido secretario general de la RPR con una finalidad expresa: "para ganar las legislativas de 1986".
Los liberales y centristas se aglutinan en torno a los otros dos presidenciables de la derecha francesa: Raymond Barre y Valery Giscard d'Estaing. En torno a ellos, se perfilan también equipos de hombres, brillantes todos ellos, jóvenes y ambiciosos, aún no muy conocidos más allá de sus fronteras.
Con este rejuvenecimiento de la clase dirigente, a base de hombres ya avezados en el terreno político y cargados de diplomas, la derecha pretende compensar en sus propias filas la imagen del presidente, François Mitterrand, o mejor, la de su primer ministro de 38 años, Laurent Fabius, que vino el pasado verano a reivindicar para la izquierda el monopolio de lo que en Francia se considera como la genuina modernidad: un hombre joven, superdotado y socialista. Toda estos hombres de la derecha van a enfrentarse a la izquierda gobernante, en las legislativas de 1986, con un programa neoliberal que, sustancialmente, podrían firmarlo en común Chirac, Barre y Giscard.
Chirac es el más afectado por el auge del fenómeno Le Pen (la extrema derecha, cuyo electorado se estima en un 9% de los votos, aproximadamente). Por eso, del nuevo secretario general, Tubon, se dice "hombre de derecha de rostro humano, pero no insensible a los extremos". Frente al rearme del neoliberalismo de la derecha, Mitterrand ha dado un nuevo giro repentino que inquieta a no pocos de sus seguidores: ha vuelto a hablar de "ruptura con el capitalismo", y de la clase obrera como motor del progreso de la sociedad; se supone que este retorno al marxismo se debe también a preocupaciones electorales, con miras a los votantes comunistas.
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