Patronal bancaria y CEPYME discrepan sobre el peso del coste financiero en la empresa

El presidente de la patronal bancaria, Rafael Termes, y el de la pequeña patronal CEPYME, Ángel Panero, sostuvieron ayer distintas posiciones sobre la importancia de los costes financieros en los problemas de la empresa española. Termes consideró que los males de la empresa "no son males financieros", mientras Panero insistió en la "necesidad de una baja efectiva de las cargas financieras". Casi todos los ponentes opinaron que los tipos de interés descenderán.

El debate se desarrolló dentro de una jornada de estudio organizada por el Club Financiero de Barcelona y la revista Actualidad Económica. Rafael Termes abrió el fuego refiriéndose a la muestra de balances de 1982 y 1983 de empresas privadas confeccionada por la Central de Balances del Banco de España cuya conclusión establece que la rentabilidad de las empresas reseñadas (medida en resultado económico peto sobre activo neto) fue del 6,89% en 1982 y del 6,49% en 1983. Para Termes, la conclusión es tajante: por más que se reduzcan los tipos de interés, nunca podrán descender hasta esa cota, lo que revela que los problemas de las empresas españolas no son esencialmente financieros. La única solución de las empresas, indicó Rafael Termes, debe buscarse en el control de los costes de materias primas y de personal, que totalizan el 88% de la facturación.

Postura empresarial

En un enfoque no coincidente, el presidente de la Confederación Española de la Pequeña y la Mediana Empresa (CEPYME), Angel Panero, consideró que "la escasez de la financiación, el incremento de sus costes y la reducción de sus plazos" son, junto al problema de la adecuación de las plantillas a la situación del mercado, los principales problemas de la empresa.El dirigente empresarial ofreció algunos datos de esta mejoría financiera, al manifestar que la encuesta de la CEOE sobre el tercer trimestre del año, todavía en fase de elaboración de resultados, muestra ya unas pequeñas reducciones del coste de financiación, que se cifran en 0,75 puntos para el crédito hasta un año; 0,43 puntos en el descuento comercial y 0,47 puntos en los préstamos a largo plazo. Panero hizo votos porque esta disminución continuase, porque "la reducción de los costes no puede cargarse, exclusivamente, sobre los salarios".

El vicepresidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorro, Josep Vilarasau, se mostró cercano a Termes. Consideró que la única forma de reducir los tipos de interés es rebajando la remuneración del ahorro, lo que "sólo es posible si baja la inflación, terreno en el que estamos en el buen camino". Apuntó que los únicos estudios sobre los efectos de la inflación en las cuentas de resultados de las empresas se han hecho en Latinoamérica, dada la enorme inflación que registra. Y las conclusiones no son definitivas: el efecto de la inflación en esos países se deja notar de distinta manera según la proporción entre activo real y fondos propios de la empresa en cuestión. Si ésta es positiva, el resultado suele ser favorable. Finalmente, el presidente del Banco Exterior de España, Francisco Fernández Ordóñez, manifestó que la dificultad del mercado interior ha sido el factor movilizador de la exportación, más que el tipo de cambio favorable.