Las nuevas normas sobre contratos temporales excluyen las principales peticiones de la CEOE

El Gobierno ha desatendido las principales peticiones de CEOE al aprobar los decretos sobre nuevas formas de contratación (temporal, a tiempo parcial, de relevo, en prácticas y para la formación), que entraron en vigor el sábado. Sobre todo, no ha aceptado el intento de que los contratos temporales sigan sin indemnización y puedan establecerse por menos de seis meses.La patronal, presidida por José María Cuevas, ha intentado en los últimos meses flexibilizar la contratación más allá de los pactos alcanzados con el Gobierno en octubre de 1983, de cara a la reciente reforma del Estatuto de los Trabajadores. Pero ha dado prioridad en sus objetivos a facilitar el despido. Los empresarios consideran que ahí está el verdadero desfase con Europa, mientras las posibilidades de contratación resultan superiores en España.

Quizá por ello, CEOE ha tenido ahora escaso éxito. Las disposiciones que desarrollan el Estatuto de los Trabajadores aparecieron el viernes en el Boletín Oficial del Estado y entregaron en vigor el sábado. Concretan todas las normas pendientes, excepto para contratos de duración determinada (que serán aprobados por un próximo Consejo de Ministros), el procedimiento en materia de expedientes de regulación de empleo (el asunto más espinoso del AES, objeto actualmente de una mesa de negociación ) y la reforma del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa).

El decreto sobre contratación temporal para fomentar el empleo, motivado en que la excesiva rigidez e inestabilidad ha lastrado su utilización, precisa que la duración de estos contratos "no podrá ser inferior a seis meses ni superior a tres años". Los empresarios pidieron que se limitara, como el actual Estatuto, a decir que "no podrá exceder de tres años".

Según la CEOE, una indemnización ahora inexistente al expirar el contrato pondría en peligro la actividad de distintos sectores, como hostelería y contrucción. "El trabajador", dice el decreto, "tendrá derecho a percibir una compensación económica equivalente a 12 días de salario por año de servicio", con prorrateo para el resto.

Otro intento de la patronal consistió en suprimir trabas a las empresas con menos de 25 trabajadores que, para reducir la indemnización con la ayuda del (Fogasa), hayan seguido la vía del expediente de regulación de empleo. Pero el decreto exige a una empresa con despidos improcedentes o expediente de regulación esperar 12 meses para volver a contratar.

Sobre el trabajo a tiempo parcial y el contrato de relevo, cuyas limitaciones desaparecieron hace un año, la patronal sólo había planteado dos peticiones. Quería primero concretar cuanto antes la forma de cotización a la Seguridad Social; en vez de que se fijaría "en razón a los salarios percibidos por las horas o días realmente trabajados" (estos contratos son de jornada inferior a los dos tercios), propuso que fuera "en proporción" a las horas o días realmente trabajados, y así lo recoge el texto. En cambio, no ha conseguido suprimir la presunción, ausente del Estatuto de los Trabajadores, de que "los contratos de trabajo a tiempo parcial se presumirán concertados por tiempo indefinido". Respecto a los contratos de relevo (simultanear con reducción de jornada y salario un trabajador próximo a la jubilación con otro sacado del desempleo), la patronal se había limitado a indicar que el proyecto de decreto era farragoso y dejaba algunas lagunas.

Por último, la regulación de las prácticas y la formación (mínimo de tres meses y máximo de tres años) era la que menos inconvenientes ha suscitado en CEOE. No obstante, elevó cuatro peticiones, ahora atendidas parcialmente: que el decreto incluyera modelo de contrato, concretar el contenido de la formación teórica a planes tipo para empresas pequeñas que no puedan elaborarlos, que el empresario no tenga responsabilidad alguna en los períodos de formación teórica acumulada al principio o al final del contrato, y que la gestión de estos contratos debería evitar el burocratismo que ha sufrido hasta ahora.