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Las condiciones de las casas en España

Vivienda rica, vivienda pobre

Miles de hogares españoles carecen de agua corriente, electricidad y servicios higiénicos

Más de 380.000 (3,8% del total) hogares españoles carecen de agua corriente, y casi dos millones (19,5%) sólo disponen de agua fría; más de 760.000 (7,6%) no disponen de servicios de higiene; más de 6 millones de viviendas (61,7%) carecen de calefacción, y otras 910.000 (0,9%) no tienen electricidad, y sólo 5 millones (50,7%) poseen teléfono. Paradójicamente, las viviendas de protección oficial se hallan en manos en un 35,4% de la clase de mayores ingresos, frente al 29,5% de agraciados de la clase más baja. La última Encuesta de Presupuestos Familiares, fuente de estos datos, revela, no obstante, tina espectacular mejora del equipamiento en la última década.

Decenas de miles de viviendas españolas no cuentan con servicios que en muchos lugares se consideran como imprescindibles. Pero antes de pormenorizar estas deficiencias, conviene recordar que, según un informe del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU), "aún existen 260.000 familias sin viviendas, alojadas junto con otras familias o en condiciones totalmente inaceptables". Según este informe, el "23% de las viviendas españolas necesita profundos arreglos para que reúna condiciones mínimas de habitabilidad, encontrándose entre ellas un 4% de viviendas en ruina". La especulación del suelo ha disparado la altura de las edificaciones españolas, que sólo en un 8% son viviendas bajas, frente al 75% del Reino Unido o el 66% de Francia.La Encuesta de Presupuestos amiliares, cuyos datos sobre viviendas han sido difundidos recientemente, fue realizada de 1980 a1981 sobre 24.000 familias por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El estudio revela la creciente tendencia de los españoles a ser propietarios de su vivienda: hace 13 años, sólo un 53% tenía su casa en propiedad -sea por compra o herencia- o se hallaba en vías de adquirirla, en tanto que actual mente, el 69% de los hogares se halla en esta situación. Por contra, las familias que han elegido el régimen de alquiler han descendido de un 39% en 1968 a un 23% en 1981. También ha descendido para dicho período el número de afortunados que heredan una vivienda de un 23% a un 14%.

No es desdeñable el porcentaje que ha optado por comprar una vivienda usada: en total, un 17,1%, frente al 37,8%. que ha preferido estrenar el hogar que adquiría, tendencia esta última en ascenso.

El fenómeno de la herencia de la vivienda es mucho más notor¡o en municipios de menos de 10.000 habitantes -donde un 30,8% ha llegado a ser propietario por esta vía- que en los grandes municipios de más de 500.000 habitantes, en los que sólo se da en un 2,3% de los casos.

Mención aparte merecen quienes ocupan una vivienda por cesión gratuita: en total, 686.089 familias, de las que los miembros de las Fuerzas Armadas se llevan el mejor bocado -un 28,2% de ellos ha conseguido casa de esta forma-, seguidos de los directores y personal titulado agrario, de los que un 23,1% ha tenido pareja fortuna.

El difícil afincamiento

El porcentaje que se decide por el alquiler es muy nutrido -un 41%- entre quienes han mií!xado de una ciudad a otra, lo que da idea de lo arduo de su afincamiento, pese a que un 11,3% disfrute de vivienda cedida gratuitamente. La encuesta revela que el porcentaje de viviendas en alquiler decrece a medida que aumenta la. superficie de las mismas.

Así, el 41% de las viviendas arrendadas tiene menos de 50 metros cuadrados. Lo que no ofrece dudas es el bajo porcentaje cle vi viendas en alquiler, que si en España se cifra en torno el 20%, en Francia e Italia alcanza un 40%, según datos del MOPU.

El estudio también ha saci¡do a la luz la elevada antigüedad del parque de viviendas: un 29,3% fue construido antes de 1940 -de ellas, un 16% antes de 1900-, y sólo un 25% se construyó después de 1969. Sin embargo, el gasto público en rehabilitación ha sido prácticamente nulo en España, mientras que en Francia e Italia se invertía entre un 35% y un 50% del presupuesto total de este sector.

Destaca asimismo la tendencia a partir de 1969 a construir viviendas con mayor superficie, con un tope en torno a los 110 metros cuadrados, si bien los palacetes de más 131 metros cuadrados parecen ya cosa del pasado, como lo indica que en un 25%. daten de antes de 1900. Otro tanto cabe decir del número de habitaciones, que han crecido en las dos últimas décadas hasta un tope de cinco o seis habitaciones; cifras superiores correiponden en un 27% a viviendas de más de 50 años.

Pese a que desde 1968 hasta la actualidad el porcentaje de viviendas que carecen de servicios de higiene en el hogar ha descendido de un 35% a un 8%, esta cifra tiene un peso considerable si se traduce a la fría magnitud de que 765.000 familias se hallan en esta situación en un país englobado en la docena de mayores potencias industriales del mundo. A la cabeza de este pozo negro se hallan Extremadura y Galicia -casi el 25%. de los hogares de ambas carecen de estos servicios-, Castilla-La Mancha y Castilla y León'. Las mayores carencias se sitúan en Zamora, Lugo y Orense, donde más de un tercio de los hogares no dispone de estos servicios.

El grueso de esta falta de servicios higiénicos, como las demás carencias que se apuntarán, recae en los municipios más pequeños, en los niveles económicos más bajos -particularmente entre los empresarios agrarios sin asalariados, jornaleros agrícolas y no activos- y en las casas más antiguas.

348.000 familias, sin agua

Tampoco es muy alentador constatar que ahora dispone de agua corriente el 96,2% de los hogares españoles, aunque hace 13 años este porcentaje sólo alcanzara a un 33,7%, si se piensa que el actual 3,8% que no tiene tal fortuna afecta a más de 384.000 familias. Y hay que recordar que todavía un 19,5% de los hogares -casi dos millones- no conoce las delicias del agua caliente. También Extremadura encabeza las regiones con más hogares desprovistos del líquido elemento, seguida de Baleares, Castilla-La Mancha y Galicia. La falta de calentador de agua también se acusa de modo especial en las mismas, junto a Canarias y Andalucía.

El avance en cuanto a calefacción central no ha sido tan acusado: en 1950 sólo la poseía el 2,6% de los hogares y hoy cuenta con ella un 8,5% de las casas. Si bien este porcentaje se eleva a un 38,3% si se contabilizan sistemas de calefacción individual, no deja de ser cierto que más de seis millones de hogares carecen de sistema de calefacción, excluidas estufas de butano o eléctricas. Esto no es extraño que ocurra en gran medi.da en Canarias, debido a su suave clima, pero no lo es tanto en regiones como Galicia y Extremadura, donde más de un 84% carece de ella, o, en menor medida -más de un 63%-, en Asturias y Cantabria.

Actualmente, sólo el 1% de los hogareg españoles carece de electricidad, frente al 26% de hace sólo dos décadas. Mueve a sonrojo que mientras el Challenger va y viene del espacio sideral y los soviéticos se quedan colgados en el mismo 238 días, casi 90.000 familias españolas, aquí abajo, iluminen su noche con velas. Todo parece indicar que Lugo, Granada y Albacete se reservan para sí el mayor porcentaje de estas tinieblas.

Vistas las carencias de electrici-

Vivienda rica, vivienda pobre

dad, no cabe escandalizarse de que un 49% -casi cinco millones- de los hogares españoles no posea aún un lujo como el teléfono, porcentaje que en 1960 era de un 81%. Extremadura, Galicia y Castilla-La Mancha se hallan a la cabeza de los que no ven interrumpida la paz del hogar por el timbre del teléfono. Menos aún cabe extrañarse de que el 83% de los hogares carezca de garaje.El 48,5% de los hogares españoles tiene una superficie útil habitable de entre 61 y 90 metros cuadrados; otro 23% corresponde a viviendas de menos de 60 metros; y un sector no despreciable (10,6%) vive en casas de 100 a 130 metros cuadrados, y un 7% disfruta de más de 131 metros cuadrados.

Se llevan la palma en cuanto a hogares más pequeños (hasta 50 metros cuadrados) Madrid y Galicia -particularmente Lugo y Orense-, así como Ceuta, Melilla y Cádiz. Por el contrario, los palacetes de más de 130 metros se concentran preferentemente en Murcia y Baleares y provincias sueltas, como Teruel, Gerona y Toledo.

Obreros agrarios los más hacinados

Al margen de consideraciones como que los no activos -entre los que se engloban los jubilados- disponen de más metros cuadrados que los directores y cuadros superiores, cabe destacar que el grado más alto de hacinamiento -más de 0,85 personas por habitación- corresponde a los obreros agrarios y no agrarios y activos no clasificados, frente al menos de 0,67 ocupantes por habitación de las anteriores categorías. El grado de hacinamiento es mayor en las grandes ciudades y es particularmente notorio en los hogares de Ceuta, Melilla, Madrid y Canarias.

Como radiografía del nivel de equipamiento de utensilios que hacen más confortable la vida en la vivienda cabe señalar que el 91% de los hogares dispone de frigorífico, el 15,4% tiene lavadora no automática, un 64,3% dispone de lavadora automática, un 6,3% posee lavavajillas, y un 17,7% cuenta con aspirador.

Un 58,3% de las familias tiene máquina de coser, y radio en un 67% de los casos. Un televisor en blanco y negro se halla presente en el 72% de los hogares, y es de color en el 26,5% de ellos. El 38,7% de las casas cuenta con magnetófono o radiocasete; en un 20,1 %, con todadiscos, y cámara fotográfica 33,6%. El 51,5% de las familias españolas dispone de automóvil; motocicleta, el 12,8%, y bicicleta el 7,5%.

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