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NECROLÓGICAS

Gonzalo Delgrás, director cinematográfico

A los 87 años de edad falleció anteayer, en Madrid, Gonzalo Delgrás, uno de los más prestigiosos directores cinematográficos de los años cuarenta. La tonta del bote, su primera comedia, constituyó uno de los mayores éxitos del momento: Josita Hernán y Rafael Durán se consagraron igualmente al interpretar aquella historia de la pobre muchacha que vive por momentos un mundo de ensueño.Era partidario Delgrás del género de teléfono blanco. En otro de sus títulos, Un marido a precio fijo, mostraba, en plenos años de hambre, el suntuoso mundo de la aristocracia y sus abarrotadas despensas. En Cristina Guzmán, profesora de idiomas, en la que dio su primera oportunidad cinematográfica a Fernando Fernán-Gómez, el hálito de los cuentos de hadas inspiraba toda la anécdota. Los millones de Polichinela, La boda de Quinita Flores, El misterioso viajero del Clipper o Los habitantes de la casa deshabitada fueron otros de sus títulos de éxito, aunque ninguno obtuviera el eco de su primer filme.

Tras ser contratado por la Paramount para realizar las versiones españolas de sus películas en los estudios franceses de Joinville, y luego de haber desarrollado una amplia labor como actor, Gonzalo Delgrás se orientó hacia la dirección cinematográfica, actividad que abandonó en 1951, tras filmar una nueva versión de La hija de Juan Simón y Café de Chinitas, ambas interpretadas por el cantante Antonio Molina.

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