Reservas de Honduras y El Salvador impedirán ultimar hoy en Madrid el acta de Contadora
Las reservas de Honduras y El Salvador a los mecanismos de control para llevar a la práctica el desmantelamiento de las bases extranjeras y la retirada de los asesores militares -norteamericanos de El Salvador y Honduras y cubanos de Nicaragua-, aspectos recogidos en la versión revisada del Acta para la Paz y la Cooperación en Centroamérica, constituyen los principales obstáculos que se interponen para que el documento quede hoy derinitivamente redactado en la reunión que mantendrán en Madrid los representantes del Grupo de Contadora.
Los ministros de Asuntos Exteriores de Colombia, México, y Venezuela, y el ex canciller de Panamá Oydén Ortega -que ayer recíbieron en el teatro Campoamor de Oviedo, de manos del rey Juan Carlos, el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Iberoamericana- estudiarán hoy y seleccionarán las objeciones presentadas sobre estas cuestiones por los países centroamericanos como condición para estampar su firma. en el documento final.Estas objeciones se centran, fundamentalmente, en la forma de supervisar el cumplimiento de los acuerdos incluidos en el acta de paz para la región, más que en los acuerdos en sí.
Nicaragua aceptó desde el primer momento, y sin correcciones, el documento redactado por el grupo, en tanto que los otros cuatro países centroamericanos -y especialmente Honduras y El Salvador- expusieron numerosas reservas a renglón seguido de las críticas al acta por parte de EE, UU.
Managua propuso ayer una reunión de los jefes de Estado de Centroamérica y de los países del Grupo de Contadora para impulsar la firma del acta final.
El rey Juan Carlos, que hizo entrega del galardón en nombre de su hijo, quien se encuentra estudiando en Canadá, alabó los esfuerzos en favor de la paz del Grupo de Contadora, "que abren una vía esperanzadora a la concordia y el entendimiento entre los pueblos, lo mismo que al progreso en libertad".
Un portavoz de la cancillería mexicana declaró en Oviedo que "en este momento lo más importante es comprobar la voluntad política de firmar el acta". "Todo lo dernás", añadió, "puede ser discutido".
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