_
_
_
_

Tres cuartas partes de las imágenes que ofrecen los telediarios no son informativas

Sólo el 25% de las imágenes se refiere estrictamente a lo que se dice en los telediarios de TVE. Sólo en el 33,5% de las informaciones existe coherencia entre imagen y sonido, y en el 52% de los casos la imagen no aporta información sustancialmente nueva respecto al discurso verbal. Mientras los sujetos político-institucionales son noticia permanente por sus opiniones -casi siempre de carácter positivo-, los sujetos sociales nunca son noticia por sus opiniones, sino por lo que hacen o les ocurre, y en un contexto prioritariamente negativo.

Estos datos, todavía inéditos, están contenidos en un amplio y minucioso estudio realizado por un equipo de investigadores españoles, dirigido por el catedrático José Vidal Beneyto e integrado por los jóvenes Begoña García Nebreda, Juan Menor y Alejandro Perales. Se trata del análisis más completo realizado hasta el momento sobre los telediarios de TVE, en el marco de la investigación internacional titulada Telediarios y producción de la realidad, algunas de cuyas conclusiones fueron expuestas la pasada semana en Sevilla. El estudio ha sido patrocinado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y por el Gabinete de Planificación de RTVE, cuyo titular es Ricardo Visedo. El estudio se refiere a la tercera semana de septiembre de 1981, que casualmente coincidió con el relevo en la dirección general de RTVE de Fernando Castedo por Carlos Robles Piquer. Los investigadores españoles manifestaron a este periódico que los datos "son de fácil comprobación en los telediarios que se emiten hoy día. Un telediario muestra gente hablando, en su mayoría profesionales del medio, y no tanto imágenes de la realidad a la que se refieren".

Respecto a las relaciones imagen-texto, "hemos observado", afirman, "neutralidad en el 64%. de los casos: es decir, que la imagen ni apoya al texto ni lo desmiente, es mera ilustración que no aporta información nueva; existe coherencia en un 33,5%. de los casos, y distorsión en un 2,9%". La distorsión más evidente se refiere a una información sobre mejillones: el texto informa constantemente de la prohibición de comer mejillones por estar intoxicados y de las medidas adoptadas para impedir su transporte y consumo, pero el discurso verbal se ilustra con imágenes de una persona degustando el molusco.

"También hemos comprobado que sólo en el 19% de las informaciones existe rigurosa sincronía entre imagen y texto, asincronía en un 14% y neutralidad o arbitrariedad en el resto de los casos. El bajo poder informativo de la imagen se corrobora si se comparan los ejes de dependencia o autonomía entre imagen y texto: el 52% de las imágenes es dependiente y subsidiario del discurso verbal y no aporta información sustancialmente distinta; el 38,9% está compuesto de imágenes neutras, es decir, no existe ni dependencia ni autonomía de la imagen respecto al texto, y sólo el 9% de las imágenes es autónomo, aunque el 6,1% en realidad es información complementaria (mapas, por ejemplo), sólo el 2,9% puede considerarse verdaderamente autónomo, bien por suficiencias de información, bien por la condensación semántica de su espectacularidad (como el atentado contra Ronald Reagan, el asalto al Congreso el 23 de febrero, etcétera, por poner ejemplos de otros momentos)".

El 53,2% de la información se emite en diferido; el 44,5%, en directo, y el resto, en directo-diferido. El 66% de las imágenes lo componen primeros planos (de cintura para arriba); el 23,9%, planos generales (figura completa y entorno), y el 4,8%, planos medios (figura completa), según la terminología adoptada en el estudio. El tratamiento de la imagen es, por tanto, simple, y oscila entre las posiciones extremas. En palabras de los investigadores, "los telediarios se caracterizan por su extremada simplicidad técnica, ya que se utilizan muy pocos recursos y no se aprovechan los soportes técnicos del medio".

Los productores del discurso de los telediarios son en el 81% de los casos "instancias enunciadoras" de la propia TVE, es decir, presentadores, locutores, corresponsales y enviados especiales. En su mayoría, los hechos de que informan los telediarios no son "acciones que modifican la realidad, sino acciones rituales (19%), y sosbre todo, decires (46%), o sea. opiniones, deseos, peticiones, valoraciones, aserciones, etcétera.

Lo político e institucional

El estudio español confirma la tendencia que se observa en los telediaríos de otros países, el gran peso que tiene la información político-institucional en la televisión: pertenecen a este ámbito el 68% de los sujetos (protagonistas de la información textual), el 70% de los actores (protagonistas de la imagen) y el 80% de los destinatarios (aquellos que experimentan o reciben las acciones del sujeto). Los sujetos sociales, al contrario de los políticos, suelen realizar "acciones modificadoras" (por ejemplo, una huelga, una. manifestación, un accidente, un asesinato, etcétera), pero "nunca,' son noticia por sus opiniones, sino porque realizan algo o les sucede algo. Los sujetos que pertenecen al ámbito de la cultura", prosiguen. los autores, "también son noticia por sus opiniones, pero tratados con un prisma institucional o ritual. En otras palabra, son noticias casi en el contexto exclusivo de festivales, premios, congresos, etcétera. Existe, por lo demás, una total desconexión entre los sujetos sociales y políticos".

El sistema político institucional aparece en la mayoría de los casos en unidades informativas prioritariamente positivas; los sujetos sociales dominan en unidades negativas; cuando los sujetos político-institucionales actúan en campos conflictivos, sus acciones suelen ser consensuales, es decir, orientadas a restaurar el orden social perturbado.

Conclusiones

Estos datos llevan a una de las conclusiones más importantes M estudio, según el equipo investigador, válida tanto para los telediarios españoles como para los de otros países. Por primera vez se cuestiona y desmonta la ideología periodística de la televisión: que la información televisiva es reflejo de la realidad. Sólo en un primer nivel superficial es cierta esta retórica objetivista: la información no so subraya, apenas se ofrecen valoraciones, prevalece el aserto sobre la opinión. Pero en un segundo nivel más profundo está la información no simbólica, que no se basa en hechos modificadores de la realidad, sino que es reproductora de los deseos y opiniones de los sujetos político-institucionales. La segunda conclusión se refiere a la personalización de los sujetos de la información: el significativo porcentaje de individualización de los protagonistas de la información -incluso de los sujetos que pertenecen al ámbito político-institucional- da cuenta de una estrategia informativa encaminada a primar las voluntades personales, como si la toma de decisiones dependiese de individuos, y no de los grupos y estructuras sociales y de poder.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_