José Alejandro Duarte

José Alejandro Duarte, financiero y experto en computadoras, actual alcalde de San Salvador, es el mayor de los seis hijos del presidente salvadoreño, José Napoleón Duarte. Su entrada en la escena política se produjo en 1972, poco después de que las fuerzas armadas arrebataran a su padre el poder logrado con el triunfo en las urnas. Mientras José Napoleón se vio obligado a tomar el camino del exilio hacia Venezuela, su hijo decidió que había llegado el momento de entregarse a esos ideales democráticos que su padre, al que considera su maestro espiritual y filosófico, le había inculcado. Un objetivo difícil que, en los turbios acontecimientos de su país, le convirtió en blanco de tres atentados y un intento de secuestro, a los que escapó milagrosarriente.

José Alejandro Duarte, de 32 años, casado, con dos hijos "y uno a punto de llegar", considera que ha conquistado un lugar y peso político propio en su país. No teme la sombra de sus vínculos familiares con el actual jefe de Estado salvadoreño, que, "al fin y al cabo, logró la presidencia tres años después de que yo resultara elegido alcalde", añade con una sonrisa risueña que refleja una fuerte seguridad en sí mismo. Duarte es consciente de que su carrera política le ofrece un amplio abanico de oportunidades y confia en que su partido le nombre de nuevo candidato para la alcaldía de cara a las elecciones que se celebrarán el próximo año. Según Duarte, la oferta de diálogo hecha en los últimos días por su padre a los grupos de la giaerrilla "es una oferta sincera que está demostrando el interés de nuestro partido por lograr una paz duradera" y poner fin a la guerra civil que asola este país desde hace cinco años.

"Un punto esencial (le esta iniciativa es la adopción de una filosofia encaminada al diálogo que refleja la voluntad expresada por el pueblo a través de su masiva participación en el proceso el ectoral del pasado mes de mayo". afirma. En su opinión, la reunióri prevista para el lunes en La Palma cuenta con el visto bueno de las fuerzas armadas, que demuestran así su acatamiento "a la disciplina y los valores democráticos."

Duarte reconoce que la oposición de extrema derecha encabezada por Roberto D'Aubuisson está en contra de un acuerdo mtre el Gobierno y la guerrilla, pero no cree que tenga la fuerza. suficiente como para efectuar un golpie de Estado. "Aunque", añade, con sentido realista, "en política dos y dos no siempre suman cuatre".

Según Duarte, la decisión adoptada por el Gobierno deinuest ra su libertad de acción y que no "necesita consultar o dar cuenta de sus acciones a nadie". "Por lo que se refiere a la guerrilla, nosotros les prometemos la amnistía general, la seguridad de sus vidas y la, posibilidad de expresar libremente su punto de vista e incorporarse en el proceso democrático del país de cara a las elecciones legislativas y municipales que se celebrarán el próximo año", afirma. "Pero debe quedar claro que no se va a negociar el poder por el poder inismo", añade.

Duarte, que cree que la paz en un pís va ligada "a la justicia socila, trabajo e iguladad de oportunidades", es optimista ante las perspectivas de pacificiación de su país. "Las urnas han demostrado que la guerrilla no tiene apoyo popular y que está en una situación muy débil", afirma. "Confío en que no haya aceptado el diálogo como una mera táctica, y ello signifique el comienzo del camino hacia un verdadero consenso nacional"