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El médico Juan Carlos Malo llevaba 30.000 pesetas que no le sustrajeron sus apresores

Amelia Castilla

El médico Juan Carlos Malo, muerto en Madrid el pasado día 22 de madrugada tras recibir tres puñaladas, llevaba una cantidad de dinero superior a las 30.000 pesetas cuando fue asaltado por dos desconocidos, que no le fueron robadas y que ayer seguían en la caja del Hospital Clínico de San Carlos a la espera de que algún familiar lo recoja. La policía desconocía ayer este dato, según afirmó un portavoz oficial, que añadió que no facilitarían ninguna información sobre el caso.

La familia del doctor recogió en el Hospital Clínico una bolsa con todas las pertenencias del médico, entre las que se encontraban la americana, el reloj, una pluma y el mechero. El dinero, que Malo llevaba en la chaqueta, se guardó en la caja del hospital, "como se hace habitualmente", según un portavoz de dicho centro sanitario, y no le ha sido entregado a la familia "porque ésta no lo ha reclamado todavía". La misma fuente explicó que habitualmente las pertenencias de los pacientes son entregadas a la familia, con la excepción del dinero, que se guarda en la caja en espera de que lo reclame un pariente directo.La familia del doctor no reclamó en el Hospital Clínico ningún dinero porque pensaba que se lo habían robado en el curso del asalto. Los parientes de Malo afirmaron la pasada semana que aunque no se le había encontrado dinero en los bolsillos, al salir de casa llevaba una cantidad aproximada a las 30.000 pesetas, pues pensaba invitar a cenar a los amigos con los que se reúnió el pasado viernes en el restaurante El Landó.

En este restaurante cenó con tres compañeros de profesión para plantearles el proyecto de promover un consultorio privado. Le acompañaban Manuel Ambite y Antonio y Tomás Merina, padre e hijo. La factura de la cena fue abonada por el doctor Merina, quien insistió en invitar, pese a que fue Malo quien convocó la reunión.

El hallazgo del dinero que llevaba Malo despeja una de las contradicciones que se han advertido en el curso de la investigación sobre su muerte. Entre ellas se cuentan los equívocos sobre las puñaladas que le fueron inferidas (la policía dijo, en principio, que fue una y la autopsia confirmó que fueron tres), así como la controversia sobre sí llevaba o no una cartera de bolsillo. Los parientes de la víctima aclararon finalmente que dicha cartera no había salido del domicilio familiar, aunque sí llevaba dinero el día de su muerte, como fue confirmado ayer en el Hospital Clínico.

El doctor Malo (véase EL PAIS de 26, 27 y 30 de septiembre) había ofrecido un informe días antes de su muerte a la agencia Efe con revelaciones sobre irregularidades presuntamente cometidas por la sociedad médica ASISA, en la que trabajaba.

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