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CANARIAS

Una madre envenena a sus tres hijos e intenta suicidarse

Tres hermanos -de cuatro y de dos años y de 18 meses de edad-, han sido las víctimas de un acto de locura protagonizado por su propia madre, que decidió acabar con su vida y la de sus hijos en la noche del domingo, en Tafira (Gran Canaria). Para ello mezcló fármacos en los alimentos que los pequeños ingieron antes de acostarse.

María del Pilar Hernández Melián, de 28 años, vecina de Tafira, se sintió mal sobre las siete de la mañana, por lo que llamó a su esposo para que éste avisara a su cuñada, Angela Socorro, con objeto de que se hiciera cargo de los niños.José Antonio Socorro Santana, de 30 años de edad y albañil de profesión, consorte de la presunta parricida, trasladó a su esposa a la residencia sanitaria Nuestra Señora del Pino, de la Seguridad Social. Antes de abandonar la vivienda, pidió a una vecina que dejara la puerta abierta hasta que llegara su hermana, quien lo hizo, acompañada por la abuela de las víctimas, alrededor de las ocho de la mañana, con la idea de despertar al mayor de los hermanos, que precisamente se incorporaba por primera vez al colegio.

El cuadro con el que se encontraron estos dos familiares fue realmente dantesco, ya que los niños José Fernando, de 4 años; Juan Ramón, de 2, y Luis Eduardo, de 18 meses, yacían sin vida en sus camas.

El primer médico que acudió a la vivienda, sobre las nueve de la mañana, Manuel Lezcano, afirmó que las criaturas habían fallecido ocho horas antes. Posteriormente, inspectores del Cuerpo Superior de Policía y miembros de la Guardia Civil de Las Palmas se trasladaron al lugar de los hechos, en el número 40 de la calle de Aureliano Arroyo de Velasco.

La presunta autora de este triple parricidio ingresó semiinconsciente, poco después de las siete de la mañana, en los servicios de urgencia de la residencia sanitaria Nuestra Señora del Pino, donde le fue practicado un lavado de estómago. Según fuentes médicas, María del Pilar Hernández se encontraba ayer fuera de peligro, aunque sumida en una total apatía.Los vecinos coinciden en resaltar el carácter introvertido de la presunta parricida, que raras veces llevaba a pasear a sus hijos.

Una vecina cercana a la familia ha relatado las últimas depresiones que padecía María del Pilar Hernández, afirmando que se hallaba bajo los cuidados de un especialista. Sin embargo, ni en el hospital psiquiátrico ni en la residencia Nuestra Señora del Pino han confirmado este detalle.

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