La tensión en el seno del PNV se recrudece tras el Alderdi Eguna

La llamada al orden y a la disciplina del presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Román Sudupe, y la pública referencia de Carlos Garaikoetxea a su posible dimisión en el acto del Alderdi Eguna (Día del Partido) del pasado domingo, han puesto al rojo vivo el clima político en el País Vasco, ya que la crisis que enfrenta al lendakari con su partido sobre la ley de Territorios Históricos ha de resolverse necesariamente antes del próximo día 15 de octubre. Garaikoetxea reiteró ayer su disposición a dimitir.

El 15 de octubre es la fecha tope prevista por la ley de Territorios Históricos: el Consejo Vasco de Finanzas -integrado por el Gobierno y las diputaciones- deberá presentar al Parlamento sus discrepancias en el caso de que no hayan llegado a un acuerdo. Mientras tanto, la oposición de la izquierda parlamentaria considera "muy grave" la actual situación por la que atraviesa el PNV. 24 horas después de que el lendakari Carlos Garaikoetxea anunciase, por primera vez en un acto masivo, que está dispuesta a poner su cargo a disposición de las bases del partido, los grupos parlamentarios vascos calificaban de "insostenible" la situación del presidente del Gobierno autónomo.

Para el dirigente de los socialistas vascos Juan Manuel Eguiagaray resulta "muy grave" que el presidente del Gobierno Vasco esté dirigiendo la comunidad en una actitud de debilidad en relación a la dirección de su partido. La crisis de los nacionalistas, dijo, debería clarificarse cuanto antes; no pueden tener a la opinión pública pendiente del calendario interno del PNV.

El portavoz del grupo parlamentario de Euskadiko Ezkerra insistía, Xabier Markiegui, sin embargo, en que las tensiones internas nacionalistas están impidiendo al PNV realizar propuestas imaginativas y presentar alternativas a los verdaderos problemas del País Vasco. Markiegui señala que, de no resolver satisfactoriamente las discrepancias internas, el Gobierno vasco no conseguirá que la ley de Presupuestos se apruebe mayoritariamente en la Cámara.

El grupo parlamentario del PNV, que tan sólo cuenta con 32 escaños de los 64 que componen en la práctica la Cámara vasca, por ausencia de HB, deberá pactar con algún otro grupo a fin de lograr la aprobación mayoritaria de los próximos presupuestos.

Jaime Mayor Oreja, del Grupo Popular, señala que "los que observamos con enorme respeto las tensiones nacionalistas sabemos que el día 15 es la fecha preceptiva marcada por la ley y que para entonces el PNV tiene que haber dado un paso adelante".

Carlos Garaikoetxea, por su parte, maduraba la idea de su posible dimisión -anunciada públicamente en la celebración del Alderdi Eguna- en unas declaraciones que realizó ayer en Guipúzcoa: "Mi voluntad es que el día 15 de octubre se cumplan las previsiones legales respecto al envío al Parlamento de todas las proposiciones. Y también es mi voluntad cumplir con las obligaciones legales, porque si no pudiera cumplir, si alguna piedra en el camino me lo impidiera, evidentemente tampoco podría permanecer en mi cargo".

Según prevé la ley de Territorios Históricos -aprobada por el Parlamento, con los únicos votos del PNV y del CDS, a finales de 1983-, el Consejo Vasco de Finanzas deberá fijar el método de las aportaciones a los presupuestos y la distribución de recursos entre el Gobierno vasco y las diputaciones en el plazo máximo de los 15 primeros días naturales de octubre de cada año.