Los dirigentes navarros expulsados y sus seguidores acudieron a la fiesta nacionalista

Los dirigentes nacionalistas que fueron expulsados del PNV hace unos meses, acudieron con numerosos seguidores a la fiesta del Alderdi Eguna (Día del Partido) con el ánimo de oír del Consejo Nacional algún mensaje alentador que dejara una puerta abierta a la posibilidad de reingresar en las filas peneuvistas. 19 autocares contabilizados, con banderas del viejo reino, aparcaron en un lugar estratégico en los aledaños de la campa en donde se celebró el mitin. Una mención sentimental de Garaikoetxea, una alusión disciplinaria del presidente del partido fue la única respuesta a los expulsados. Al finalizar el acto político, un saludo efusivo de Román Sudupe, presidente del partido, y el ex dirigente del PNV navarro, Koldo Amézketa, fue el único gesto de distensión.Este año, los ex dirigentes del partido en Navarra no tenían barraca de consumición porque ya no pertenecen al partido. La asamblea nacional del PNV expulsó, el pasado mes de mayo, a los miembros del dirección del partido en por no acatar la decisión de favorecer a la creación de un gobierno de derechas en Navarra. Ayer, los expulsados exhibían una pegatina en el pecho en la que se podía leer: "guk ere alderdikoak" (nosotros también somos del partido).

Garaikoetxea les había echado una flor. Pero sólo pidió que se resuelva el problema de una forma no "traumática y cuanto antes".

Sudupe, por su parte, fue algo más explícito: "El problema no son las sanciones. No hay en nosotros ningún sentimiento significativo sino un gran deseo de arreglar el problema, de forma que quede clara la posición y la autoridad de la asamblea nacional y del Euskadi Buru Batzar en todos los asuntos de interés nacional de este partido; de forma que se restaure el orden lesionado y a pesar de que, a continuación, haya quien plantee en las asambleas un debate sobre el concepto de confederalidad".