El PNV condena la "insensata violencia de ETA" tras el asesinato de tres guardias civiles
El Consejo Nacional, máximo organismo del Partido Nacionalista Vasco (PNV), condenó ayer en un comunicado "la insensata violencia de ETA", tras el atentado que costó la vida en la madrugada del viernes a un sargento y dos guardias civiles en la localidad alavesa de Alegría, víctimas de una trampa explosiva. A la condena se sumaron el presidente del Gobierno vasco, Carlos Garaikoetxea, y el obispo de Vitoria, José María Larrauri, además de los partidos y centrales sindicales, menos Herri Batasuna, que, a través de su dirigente Jon Idígoras, habló de "respuesta resistente" a la "ofensiva represiva".El atentado tiene visos de ser la respuesta de ETAm a la concesión de tres extradiciones por parte del Gobierno francés, y es el primero que se produce por parte de la organización terrorista contra miembros de las fuerzas de orden público tras la oferta de reinserción social que formuló el Ministerio del Interior a finales de agosto pasado.
Los ministros del Interior, José Barrionuevo, y de Defensa, Narcís Serra, junto con el lendakari Garaikoetxea, presidieron ayer tarde, en Vitoria, los funerales por las tres víctimas, que se desarrollaron en un clima de gran tensión, pero sin que se produjeran incidentes de importancia.Respecto a los cinco guardias civiles que resultaron heridos en el atentado, ayer persistía el pronóstico de muy grave para Manuel Gallardo Jiménez.
El sargento fallecido, José Luis Veiga Pérez, de 40 años, natura, de Amorebieta (Vizcaya) era licenciado en Derecho y maestro y había solicitado voluntariamente su ingreso en la sección de especialistas en desactivación de explosivos.
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