El juez Lecea Ledesma afirma que forzó "un poco" la ley

Ignacio de Lecea Ledesma, el magistrado instructor delegado por el Pleno de la Audiencia Territorial de Barcelona para la instrucción del sumario del caso de Banca Catalana, manifestó ayer que al acordar que el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, declarase por escrito, "forcé un poco la ley, sin duda alguna, pero ello lo, hice en beneficio del equilibrio de poderes entre el ejecutivo y el judicial"."No hubo exceso de cortesía con el presidente Pujol", estima Lecea, "sino que procuró mantener el mencionado equilibrio de poderes para que no se rebajase ni uno ni otro. Es lo mismo que decir que lo hice por conveniencia social, para evitar cualquier crispación".

Ignacio de Lecea comentó a Europa. Press que, al tratarse de un caso especial, sobre el que no existen precedentes, había que recurrir a la analogía. "Ante, el abanico de posibilidades que se me ofrecía", añadió, "yo me decanté por la declaracion por escrito. Fue una decisión audaz, que podía adoptar porque actuaba en solitario. El pleno de la Audiencia, por el contrario, no podía actuar del mismo modo".

El magistrado instructor negó que, en principio, para que una declaración por escrito fuera válida, tuviese que ser ratificada oralmente: "Los miembros del Tribunal Constitucional, a raíz de la filtración de la sentencia de Rumasa, declararon por escrito ante el Tribunal Supremo sin que después ratificaran sus contestaciones oralmente".

Lecea calificó de "optimista" la afirmación del presidente de la Audiencia Territorial de Barcelona, Cesareo Rodríguez Aguilera, en el sentido de que el sumario podría quedar instruido antes de noviembre. "Yo no puedo adelantar flechas", dijo el instructor, "per o me es imposible terminarlo en el plazo de un mes; está previsto tomar declaración a unos 40 testigos, y, si los podemos localizar a todos, ello nos empleará uno o dos meses; además, todavía quedan pendientes algunas pruebas- periciales y documentales".

Respecto a si se sentía "quemado" a consecuencia de la instrucción del sumario de Banca Catalana, el juez respondió con cierta ambigüedad: "No, no me siento quemado, ni tampoco cansado".