Los deportados viajaron a Togo en un avión militar desde la base de Ville Coubleay

Los presuntos etarras Ángel Castrillo Alcalde, Fracisco Javier AIberdi Beristáin, José Manuel Galdós Oronoz y Luciano Izaguirre Mariscal, los cuatro expulsados por el Gobierno francés a la República de Togo, viajaron sobre las 16.00 horas de ayer a la capital de ese país africano, adonde llegaron a última hora de la tarde, en un avión militar francés, acompañados por un equipo médico. Las autoridades francesas tenían previsto que los etarras, una vez en Lomé, capital de Togo, fueran trasladados a un centro sanitario, puesto que llevan 45 días en huelga de hambre y sed.La operación de traslado desde el hospital de Fresnes, en las afueras de Paris, a la base militar de Ville Coubleay, desde donde despegó el avión militar, se realizó en menos de 15 minutos. Dos helicópteros, de color rojo y con los colores de la bandera francesa, se encargaron primero de trasladar a dos de los etarras y posteriormente volver al mismo lugar y recoger al resto. Fresnes y Ville Coubleay, base militar tradicionalmente utilizada por la flotilla de aviones del GLAM (servicio aéreo del Gobierno), se encuentran próximos.

Según testigos presenciales, los etarras fueron introducidos en los helicópteros en camillas, acompañados por personal sanitario y bajo vigilancia de efectivos policiales y funcionarios penitenciarios. "La operación fue rápida y no se permitió la presencia de curiosos", informaron las fuentes consultadas.

La decisión de expulsar a los cuatro etarras a Togo, país que se encuentra en el golfo de Guinea, ha sido negociada exclusivamente por el Gabinete francés, que mantiene estrechos contactos con el Gobierno de esa nación, incluida en el área del África francófona. Recientemente, una delegación del Ministerio del Interior español, de la que formaban parte dos altos funcionarios de este departamento, viajó a Guinea Ecuatorial, otro de los países del Golfo.

Sin embargo, en medios gubernamentales españoles y franceses "no se relaciona" este viaje con las gestiones del Gabinete del primer ministro Laurent Fabius con las autoridades de Togo. Existe ya un precedente entre Francia y Togo en este tipo de casos, que se remonta a 1982, al aceptar Togo la presencia en su país del político centroafricano Ange Patasse, a quien París no quiso conceder asilo político, después de solicitarlo en su embajada en Bangui.

España no posee embajada en Togo, país con el que mantiene relaciones a través de la delegación diplomática en Acera, capital de Ghana, Estado vecino.

Togo y España tuvieron su mayor punto de acercamiento en noviembre de 1981, con motivo de la visita oficial a Madrid de su presidente, el general Gnassinbe Eyadema, que fue recibido por las primeras autoridades y visitó la División Acorazada Brunete número 1. Togo es un franja territorial de 56.600 kilómetros cuadrados que se independizó de Francia en 1960. Eyadema, líder del partido único, lleva 17 años en el poder: 12 de forma absoluta, tras un golpe militar; y cinco como presidente elegido. Togo tiene 2.500.000 habitantes, repartidos en 56.000 ki1ómetros cuadrados. Su renta per cápita anual es de 380 dólares (64.000 pesetas).