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Esperanzador balance de los equipos españoles en la ida europea

El Athlétic, a la altura del técnico Girondins

ENVIADO ESPECIAL Dos estilos bien distintos y hasta contrapuestos se enfrentaron anoche en el Estadio Municipal de Burdeos. El elemental del Athlétic contra el más elaborado del Girondins. Lo crudo contra lo cocido. Venció lo segundo, pero sólo a costa de recurrir, a última hora, a utilizar las armas de su rival: el tercer tanto de los locales fue consecuencia del primer pase largo realizado por la retaguardia del Girondins, en clara imitación de los que había prodigado hasta entonces el Athlétic.

Habiendo participado en un solo partido de competición, el Athlétic, se decía, llegaba a esta eliminatoria, contra el mejor equipo del país que practica el mejor fútbol del continente, demasiado verde. No se notó. Los de Clemente plantaron cara, lucharon, incluso arrollaron en momentos. Pero, además, jugaron al fútbol. Crearon más ocasiones que sus rivales. Un penalti escamoteado a Sarabia en el minuto 72 fue decisivo en el resultado final.

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El Athlétic o lo crudo: Mantenerse emboscado y salir de improviso, echando chispas, en cuanto el balón era dominado por sus hombres de atrás; correr más que el rival, seguir la vía más rápidaentre dos puntos, hacer fácil lo difícil. Ése es el juego que exhibió ayer el Athlétic frente a los supertécnicos bordoleses. El Girondins o lo cocido: pase medido, al pie; despligue estratégico con un orden casi militar, pero necesitado de una docena de toques para llegar al área contraria.

El partido fue muy emocionante y de calidad. El buen aficionado al fútbol, que no suele ser sectario en cuestión de estilos, pudo anoche disfrutar simultáneamente de las vibrantes salidas de Urkiaga o Lizeranzu y de los intencionados pases de Giresse, que recuerda por su planta y a veces por su juego a Mauricio Ugartemendía, el que formara una famosísima línea media con Maguregui, no pudo brillar ayer a la altura de otras tardes por el severísimo marcaje de De Andrés; la finura de Martínez o la facilidad de Muller para el remate.

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