Los presos de ETAm en la cárcel de Herrera rechazan con violencia la oferta de negociación

La mayoría de los 163 presos de ETA Militar de la prisión de Herrera de la Mancha, en Ciudad Real, se encuentra en actitud violenta y en rechazo progresivo a todo intento de normalidad ofertado por la dirección del centro, hasta el punto de que han vuelto a resurgir los insultos y amenazas de muerte contra los funcionarios. Fuentes de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, consultadas al respecto, reconocieron la existencia de "cierta escalada de violencia", que hasta la fecha no ha motivado la intervención de los efectivos de la Guardia Civil allí destacados, y anunciaron que hoy es esperado en Madrid el director de la prisión, Francisco Javier Romero Pastor, "para estudiar la situación".

Esta actitud hostil de los presos de ETA Militar, que se cncuentran repartidos en tres de los cuatro módulos existentes en el centro penitenciario, no ha llegado a consecuencias extremas, aunque es fruto de un deterioro progresivo iniciado en febrero, coincidiendo con la convocatoria de elecciones en la Comunidad Autónoma vasca, y que se ha venido incrementado, aunque con altibajos, en meses posteriores, especialmente en fechas claves, como ocurre en los últimos días con la oferta de negociación del Gobierno español a ETA y la firme posición de los tribunales franceses de extráditar a siete miembros de la organización.La ofensiva de acciones de indisciplina ha sido calificada por fuentes penitenciarias "como una actuación de tipo político tendente a llamar la atención de la opinión pública vasca". Los conflictos que plantean los presos van desde la resistencia pasiva a los cacheos a la autoincomunicación con los familiares, pasando por la reclusión continuada en las celdas y el rechazo al funcionario de vigilancia, que ha vuelto a recibir insaltos y amenazas de muerte. Los internos de ETA Militar suelen también formar grandes escándalos, con aporreos de puertas y otros objetos, y se han negado a acudir a los comedores de los módulos.

Las reacciones a este tipo de medidas no se han hecho esperar, especialmente por familiares y miembros de las Gestoras ProAmnistía vascas, que los sábados, día de la semana habilitado para las visitas, suelen convocar manifestaciones y actos de protesta en las inmediaciones de la prisión, lo que traslada la situación conflictiva al exterior.

Recientemente, una inspección de Instituciones Penitenciarias realizó un amplio informe sobre la Situación en la prisión de Herrera de la Mancha, que está siendo estudiado estos días por los responsables del Ministerio de Justicia. Entre la comuna de ETA Militar se detecta ba.stante nerviosismo, especialmente ante la reíterada oferta del Gobierno a la reinserción social, siempre que, en conciencia, los terroristas estén dispuestos a abandonar la lucha armada y su pertenincia a bandas organizadas.

Entre los 163 presos de ETA Militar existe, al parecer, un destacado tanto por ciento que, en unos casos alentados por fa miliares y amigos, y en otros por propia decisión, estarían dispuestos a dar los primeros pasos para integrarse en la vía de reinserción social que les facilitaría su regreso a Euskadi. Sin embargo, existe una mayoría entre los internos que funciona como auténtica organización y que considera cualquier, desviación en este sentido como "una traición", por lo que existe ya un condicionamiento previo.

Visitantes rechazados

Este condicionamiento, según fuentes penitenciarias, se ve asimismo alentado por la posición de las Gestoras Pro-Amnistía y de la coalición Herri Batasuna, intransigentes a la hora de brindar al recluso cualquier otra oferta de excarcelación que no forme parte de su estrategia, en ningún modo favorable a la reinserción social, que la suelen presentar como arrepentimiento. Recientemente, los presos se han negado a recibir a representantes políticos del Partido Nacionalista Vasco (PNV) y de Euskadiko Ezkerra (EE), organizaciones que, abogan por la política de reinserción social. También han recibido la negativa a ser recibidas comisiones de los ayuntamientos de Bilbao, Vitoria, Llodio y Oyarzun.

Caso contrario ocurre en el cuarto módulo de Herrera de la Mancha, que acoge a los presos de la rama Político-militar de ETA y de los Comandos Autónomos Anticapitalistas (CAA), organizaciones que mantienen fuertes diferencias con los miernbros,de las otras tres comunas y que no plantean conflictos a la dirección del centro.