Dieciséis muertos en el incendio de Gomera, que aún no ha sido controlado
El número de víctimas, aún no definitivo, en el incendio de la isla canaria de Gomera asciende ya a 16, tras el rescate ayer de siete nuevos cadáveres en una zona denominada vaguada de Agando. Los equipos de salvamento, integrados por cerca de 1.000 personas, trabajaban todavía anoche en la extinción del incendio.
Testigos presenciales de la tragedia en que perdió la vida el gobernador civil de Tenerife, Francisco Javier Afonso, declararon ayer que la comitiva oficial se vio sorprendida por una bola de fuego que avanzaba velozmente cuando la primera autoridad provincial se dirigía a controlar personalmente los trabajos de extinción del incendio que se aproximaba en aquel momento al Parque Nacional de Garajonay. El diputado regional del PSOE Alonso Trujillo, superviviente del incendio, resurnió ayer la confusión de los instantes que precedieron a la tragedia.. "Todo sucedió muy rápido. Las llarrias cubrieron, en forma de turbulencia, la carretera dorsal donde nos encontrábamos. Casi no nos dio tiempo de reaccionar. Cundió el pánico y hubo una desbandada".Dos hidroaviones enviados por el Instituto Nacional para la Conservación de la Naturaleza (Icona) para participar en la extinción del incendio llegaron a las dos de la tarde de ayer al aeropuerto de Los Rodeos, en Tenerife, 38 horas después de iniciarse el fuego.
El delegado del Gobierno en Canarias, Eligio Hernández, que es el coordinador técnico de las tareas de extinción, reconoció ayer que Protección Civil "es una entelequia, porque no tiene medios propios". Además del posible error humano del exceso de confianza por parte de los encargados de la extinción del incendio, la tragedia registrada el martes en Gomera tiene sus causas en la alarmante escasez de recursos de que dispone la isla para hacer frente a un fuego importante.
En Gomera no existe parque de bomberos ni aeropuerto, y su geografia dificulta extraordinariamente las comunicaciones. El Icona cuenta en la isla con sólo cuatro guardas forestales y un camión moto-bomba con capacidad para 3.000 litros.
El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, y los ministros de Administración Territorial y de Iriterior, Tomás de la Quadra y José Barrionuevo, asistieron ayer en Santa Cruz de Tenerife al funeral de las víctimas del incendio.
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