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Victoria de Martina Navratilova, aunque tuvo que ceder el primer 'set' a Chris Evert

Alex Martínez Roig

El Open de Estados Unidos de tenis vivió anoche la jornada más completa con la final femenina, en la que la estadounidense de origen checoslovaco Martina Navratilova ganó a Chris Evert por 4-6, 6-4 y 6-4, y las semifinales masculinas, en las que el checoslovaco Ivan Lendl (cabeza de serie número 2) venció apuradamente al australiano Pat Cash (15) por 3-6,6-3,6-4, 6-7 (5-7) y 7-6 (7-4) y el estadounidense Jimmy Connors (3) se enfrentaba, después del cierre de esta edición, a su compatriota John McEnroe (1). Todos los pronósticos apuntaban a una final entre McEnroe y Lendl, repetición de la que disputaron en Roland Garros, cuando el checoslovaco se impuso en cinco largos sets. Connors, en su tercer asalto al título, parecía no tener demasiadas oportunidades. Mientras, McEnroe postula para que a los árbitros se les pague un buen dinero para exigirles responsabilidades.

Chris Evert se ha empeñado en derrotar a Martina Navratilova. En el último Wimbledon ya forzó el tie-break en el primer set. Ayer fue más lejos y ganó esa primera manga. Quizá la próxima vez pueda adjudicarse el triunfo absoluto. De momento, Martina puede presumir de haber logrado su sexto título consecutivo en un torneo del Grand Slam. Su serie la inició en Wimbledon en 1983 y la ha proseguido cronológicamente con el Open de Estados Unidos, Australia, Roland Garros, Wimbledon y, de nuevo, Estados Unidos. En un partido emocionante, Chris se defendió en el fondo de la pista y Martina insistió con su saque y volea. El éxito, por el que lloró de alegría, abrazada a su entrenador, Mike Estep, la supone 160.000 dólares (más de 24 millones de pesetas).El checoslovaco Ivan Lendl necesitó 3 horas y 39 minutos para ganar al australiano Pat Cash en una semifinal extraordinaria por el juego y la emoción. Cash, de 19 años, desaprovechó un match-ball con el servicio a su favor y 6-5 en el quinto set. Lend tuvo antes otra bola de partido, también sirviendo, con 5-4 en ese mismo set.

Cash sería, en un grupo musical, el guitarrista solista que masacra a las masas encueradas y con muñequeras de clavos con solos de guitarra agudos, largos y crueles. La raqueta es su guitarra y los solos agudos son sus continuas subidas a la red. Lendl, más acostumbrado a la música clásica del fondo de la pista, tuvo que realizar un trabajo tan duro como el que hizo en la final de Roland Garros para ganar a otro atacante nato, McEnroe.

Los tres primeros sets fueron relativamente normales. Ganó Cash el primero con un ataque constante y Lendl se llevó el segundo y el tercero con mejor servicio y más acierto en los passing-shots. En el cuarto, los 21.000 espectadores de Flushing Meadow comenzaron a excitarse con el tie-break y la tensión ya no cesó hasta el último golpe. El público se volcó totalmente a favor de Cash. A Lendl no le afectó porque, como dijo después, "esto sucede tan a menudo que, si me afectase, debería ir a una clínica psiquiátrica o de rehabilitación de alcohólicos". Cash definió el partido como "el mejor de mi vida y el más excitante que se ha visto en Nueva York en los últimos años". Quizá tenga razón. Lendl dijo que "espero que mi rival deba sufrir también 4 horas infernales para llegar a la final. Yo, por mi parte, voy a tomar un baño, un masaje, otro baño, otro masaje y así... hasta que me encuentre descansado".

La otra semifinal, entre McEnroe y Connors, aún no se había iniciado a la hora de cerrar esta edicion. Si McEnroe llega a la final, como parece lo más probable, una repetición de Roland Garros promete ser muy interesante. "El ganador, si juega McEnroe, debe ser considerado el mejor del año porque ambos nos presentaremos en la final tras haber ganado ya un torneo del Grand Slam", advirtió Lendl.

McEnroe pagaría a los árbitros

McEnroe dice tener la solución para el problema arbitral. Cuando fue elegido como vicepresidente de la Asociación de Tenistas Profesionales, expresó que su principal objetivo era mejorar los arbitrajes. "Hay que convertir a los jueces en verdaderos profesionales", dijo ayer McEnroe. "Que sigan el circuito por todo el mundo. Para ello, deben cobrar más dinero. Una solución sería que los jugadores les destinásemos un porcentaje de las ganancias. A muchos no les gustará la idea y los más modestos se quejarán". McEnroe hizo un alto en su discurso, respiró a fondo y añadió que "yo pagaría más que los otros para que esta situación se solucione".

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Sobre la firma

Alex Martínez Roig
Es de Barcelona, donde comenzó en el periodismo en 'El Periódico' y en Radio Barcelona. En EL PAÍS ha sido redactor jefe de Deportes, creador de Tentaciones, subdirector de EPS y profesor de la Escuela. Ha dirigido los contenidos de Canal + y Movistar +. Es presidente no ejecutivo de Morena Films y asesora a Penguin Random House.

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