La policía custodia el exterior de la cárcel de Barcelona para impedir la entrada de armas
La Policía Nacional custodia desde ayer el perímetro exterior de la cárcel Modelo, de Barcelona. El hallazgo, el pasado viernes, de una pistola y munición en el interior de la cárcel y el temor a que existan más armas en las galerías ha motivado esta mejora en la vigilancia del centro. Mientras, en el interior, la situación empeora paulatinamente. La dirección teme que se registren nuevos incidentes y los funcionarios, cada vez más atemorizados por su inseguridad, han amenazado con un plante si los problemas políticos siguen retrasando verdaderos planes de seguridad interior y exterior de la cárcel.
El jefe superior de policía en funciones, de Barcelona, Manuel García Linarejos, ordenó ayer la vigilancia exterior de la Modelo hasta nueva orden y la detención de cualquier persona sospechosa que se acerque al perímetro de la cárcel. Estas medidas policiales fueron adoptadas tras el informe realizado por la dirección del centro penitenciario, que, según fuentes oficiales, está convencida de que en el interior de la Modelo hay alguna pistola como la interceptada el pasado viernes. Con la vigilancia exterior se tratará de evitar el lanzamiento de paquetes con armas o drogas desde el exterior.La Guardia Civil interceptó el viernes una pistola Star que había sido lanzada desde el exterior al recinto penitenciario. El arma y 20 cartuchos iban en el interior de un paquete, destinado a la tercera galería y que fue lanzado desde la calle de Provenza.
Problemas políticos han impedido hasta ahora la vigilancia exterior de la Modelo. Desde que las instituciones penitenciarias de Cataluña fueron traspasadas a la Generalitat, en febrero pasado, el Gobierno Civil de Barcelona ha presionado políticamente para que sea el Gobierno autónomo, a través de su propia policía (el cuerpo de Mossos d'Esquadra), quien establezca un cordón de seguridad en torno al centro. La localización de la Modelo, en el centro de la ciudad, hace muy fácil el lanzamiento de paquetes con armas o drogas desde la calle hasta sus patios, como ha sido denunciado en repetidas ocasiones.
La situación de inseguridad ha provocado la reacción de los funcionarlos de la Modelo, que han amenazado con "no trabajar a partir del 1 de septiembre si no existe vigilancia exterior". Los funcionarios han solicitado una entrevista con el juez de vigilancia penitenciaria para expresarle sus te mores. Desde la muerte de Raymond Vaccarizi, asesinado el pasado día 14 de julio de un tiro disparado desde el exterior, y la fuga de seis reclusos cuatro días después, no se han tomado medidas policiales especiales de ningún tipo. El cese del director Emili Llàser y su sustitución por José Martínez Socías no contribuyó tampoco a mejorar la situación de las galerías, a juzgar por las declaraciones efectuadas ayer por José María Nieto Izquierdo, director en funciones.
Nieto, en declaraciones a Europa Press, explicó que la noticia de que se había hallado un paquete con una pistola le produjo la sensación de que el problema de la Modelo se le escapaba de las manos y que, incluso, desbordaba a W propia dirección general de Servios Penitenciarias y Rehabilitación, y admitió que "algunos reclusos de las galerías tercera -primarios- y cuarta -multirreincidentes peligrosos- están bastante nerviosos".
Los funcionarios protestan también por el exceso de horas extras que deben realizar dada la falta de personal. El director en funciones reconoció que se hacen turnos de 24 horas, desde las 8.30 hasta la misma hora del día siguiente; a las 21.30 horas, tras el último recuento de los internos, la mitad de los funcionarios se acuestan y el resto hace guardia hasta las tres de la madrugada, cuando son relevados. Nieto se quejó de que "hay días en ' que los funcionarios sólo pueden descansar un par de horas lo que repercute en su rendimiento y provoca en ellos una sensación de impotencia, agravada por su condición de jóvenes e inexpertos".
Más conflictos
Un grupo de menores ingresados en el centro del Tribunal de Menores de la calle de Wad-Ras, de Barcelona, protagonizó ayer una protesta para pedir mejoras en los servicios del centro. La protesta se inició en la tarde del viernes, cuando un grupo de 11 menores se apoderó de las llaves y de los cuchillos de la cocina, causando daños en las instalaciones del centro. A las 2,30 horas de la madrugada de ayer, los 11 menores saltaron al patio exterior reclamando mejoras en la alimentación.Por otra parte, un recluso del centro penitenciario de Figueres (Gerona) se autolesionó el viernes al tragarse unas cuchillas de afeitar. Y en Tarragona, otro preso, Vicente Carbonell Arnal, que el viernes se subió al tejado del recinto penitenciario, envió una carta a la Prensa explicando que su postura estuvo motivada porque, según él, su condena ya ha terminado. Fuentes oficiales aseguraron que Carbonell no quedará en libertad hasta 1986
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.