Compradores y vendedores, en actitud de espera
La evolución de los mercados de valores durante esta semana ha supuesto la recuperación de la apatía propia de los meses de verano, ante la falta de ideas que han mostrado los inversores. Compradores y vendedores han mantenido a lo largo del ciclo unas posturas cercanas cuya actividad máxima era la de esperar a que el contrario cambiara de opinión y cediese hasta la posición propia. De esta forma, el dinero ha venido tirando de los precios hacia abajo, mientras que el papel esperaba tranquilamente, con la confianza de quien sabe dónde se encuentran los precios de referencia. Esto vale en general para los valores eléctricos, que, salvo en la sesión de apertura, se mantuvieron muy estable, con pequeñas oscilaciones gracias a los solícitos cuidados de que han sido objeto. El comportamiento global del sector se ha resumido en pequeños altibajos en torno a unas cotas bien definidas El sector bancario, prácticamente olvidado por los inversores, se las ve y se las desea para poder seguir a estos valores; les ha obligado a registrar continuos retrocesos, que en contadas ocasiones han sido de alguna importancia. De los siete grandes, sólo el Central y Banesto lograron cerrar sus diferencias positivas, mientras que el resto acumuló pérdidas entre uno y seis enteros, según los diferentes mercados. La voluntariedad de estos valores no resultó suficiente ante unos inversores que comienzan a preguntarse en qué terminará el exceso de liquidez que viene registrando el sistema últimamente.
Los sectores industriales han sido, sin duda, los más beneficiados por la situación, ya que a ellos se dirigió una buena parte del dinero que se empezaba a retirar de los grupos importantes. Un lugar destacado ocupa el grupo químico, cuyos componentes consiguieron inclinar el índice general hacia el lado positivo en alguna ocasión. Los Petróleos, Explosivos, Aragonesas, etcétera, pudieron consolidar sus posiciones y afianzase de cara a la próxima semana. Entre las siderúrgicas destacó Altos Hornos, que ante la fuerte demanda registrada generó importantes plusvalías, llegando a cerrar al 34%. en el mercado catalán.
Telefónica aprovechó los buenos momentos de principios de semana para encaramarse a un nivel que después no abandonó, a pesar de las pérdidas de algún cuartillo, cerrando al 93,50% en Barcelona y Madrid.
Las bolsas han podido terminar la semana con beneficios gracias a la fuerte subida que registraron el lunes, y que dio la sensación de ser el esfuerzo supremo del verano. Tras varios cierres indecisos que fueron provocando algunos goteos a la baja, en la última jornada no se consiguió aclarar la situación, y la incertidumbre es la única herencia que recibe esta siempre difícil última semana de agosto.
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