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Dos récords mundiales y uno europeo, en la tercera jornada de natación de Amistad

Sergei Zabolotnov tuvo que hacer un viaje de 5.000 kilómetros para convertirse en el primer nadador soviético que establecer un récord mundial en una especialidad de espalda. El vive en Taskent, capital de la República de Uzbequistán, una zona desértica donde realiza tres entrenamientos diarios, totalizando 15 kilómetros. Es, por el momento, la figura de los Juegos de la Amistad moscovitas. Amistad-84 sí fue ayer una gran competición, pese a que la Unión Soviética siga dando más importancia a su significado social que a los resultados deportivos. Dos récords mundiales, uno europeo y cinco finales en las que el podio olímpico quedó devaluado constituyeron el balance de la tercera jornada de la natación.

Amistad-84 superó ayer a los Juegos Olímpicos precisamente en la categoría en la que éstos se mostraron más fuertes, la natación masculina. La prueba de los 200 metros espalda había sido una de las pocas en las que la medalla de oro no supuso el récord mundial. Richard Carey (EE UU) había sido campeón olímpico con 2.00.23 y su valía ya había quedado demostrada cuando estableció el récord mundial en 1.58.93. Un nadador soviético recuperó ayer el prestigio que se merece Amistad-84 por la calidad de los participantes. Zabolotnov se había clasificado para la final con el quinto mejor tiempo de las series (2.06.08). Él sabía que valía el récord mundial y no quiso forzar. "Shemetov también estaba en condiciones de lograrlo y el récord sería para el que venciera. Por eso me reservé por la mañana. Pero aún mejor que nosotros lo hará nuestro compatriota Polansky" quien no pudo competir ayer.El nuevo plusmarquista, con 1.58.41, mide 1,94 metros y pesa 88 kilos. Su padre es obrero y la madre trabaja en una fábrica. El estudia Educación Física, "a la que me tendré que dedicar intensamente este invierno, pues tengo que obtener el título, razón por la cual no podré entrenarme como yo quisiera". Le gusta la música, los versos de Omar Jaian, el eslalon y, como él dice "dormir, que es lo que más me relaja".

En 200 espalda, el segundo clasificado fue VIadimir Shemetov (URSS), que hizo 1.59.54, tiempo que también mejora el del campeón olímpico, Carey Dirk Richter (RDA), tercero en la final con 2.00.30, mejoró, a su vez, el del subcampeón olímpico. Richter ha ganado repetidas veces a Zabolotnov en la distancia de 100 metros.

La consecución del récord mundial significó que, por primera vez en Amistad-84, las competiciones perdieran su frialdad. Las emociones se pudieron manifestar espontáneamente y hasta Oleg Zetov, entrenador de Zabolotnov, fue lanzado vestido a la piscina, como es tradicional con los resultados brillantes.

La segunda explosión

Había sido sólo la primera explosión. Luego llegó el récord mundial de las alemanas orientales en 4x100 metros libres, con 3.42.41 (anterior, en 3.42.71, desde 1981), a cargo de Kristin Otto, Karen Koenig, Heike Friedrich y Birgit Meineke, para devaluar la victoria en Los Angeles del equipo de Estados Unidos, que lo hizo con 3.43.43. Por si fuera poco, el de la Unión Soviética terminó la prueba en 3.44.31, récord nacional, y mejoró, a su vez, la marca con la que se ganó la plata olímpica.En las tres pruebas restantes también se rebajaron los registros angelinos. En 100 metros espalda femeninos, lna Kleber, 20 años, y la propia Kristin Otto, 18, ambas de la República Democrática Alemana, demostraron, sin necesidad de establecer ningún récord, que cualquiera de las dos hubiera podido ser campeona olímpica, relegando a Teresa Andrews (EE UU) al tercer puesto. Ésta ganó en Los Ángeles con 1.02.55 y ayer, en Moscú, venció Kleber con 1.00.99, a 13 centésimas del récord mundial de su compatriota Rainisch. Segunda fue Otto con 1.02.63. En los 400 metros estilos, Astrid Strauss (RDA), 16 años, rebajó su récord de Europa, establecido el año pasado, en 51 centésimas. Su marca fue de 4.07.66, aún lejos del récord mundial que tiene la australiana Wickham (4.06.28) desde 1978. A Strauss no le habría valido la marca de ayer para proclamarse campeona olímpica. Tiffany Cohen (EE UU) ganó la medalla de oro en Los Ángeles con 4.07.10. Tanto Strauss como Irina Laritscheva (URSS), ayer segunda con 4.09.70, sólo pudieron superar las marcas que secundaron a la campeona en el podio.

Por último, Sergei Markovski (URSS) fue el único en 100 metros libres que hubiera podido ganar una medalla olímpica. Los 50.26 con que se impuso ayer superan en cinco centésimas el tiempo del bronce en Los Ángeles, donde sólo Ambrose Gaines, plusmarquista mundial, pudo bajar de 50 segundos.

En ciclismo también

Mientras tanto, en el velódromo, el equipo de persecución de la Unión Soviética, compuesto por Krasnov, Geneev, Movtcham y Chpundov, mejoró la mejor marca mundial de la especialidad en pista cubierta. Su crono, 4.14.26. El anterior, igualmente en posesión de los soviéticos, era de 4.16.60.

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