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Las eléctricas dieron energía al mercado

Tal y como quedaron los mercados de valores el viernes pasado al cierre, ayer podía suceder cualquier cosa. Algo de dinero, algo de papel y, como consecuencia, unas cantidades un poco mayores de confusión. El milagro, pues, debía producirse en los primeros corros, como así sucedió, ya que parecen ser los valores eléctricos los únicos con capacidad para dotar a los mercados de energía, y no es una broma fácil. Todo se basa en los valores eléctricos y en torno a lo que en ellos suceda; por tanto, se puso buen cuidado para evitar que las órdenes de venta -que no eran abundantes, ni mucho menos- marcasen el ritmo de estos corros en la sesión.No resultó demasiado dificil, sobre todo teniendo en cuenta el apoyo que constituyó el saldo de las compras a crédito que aparecía en el boletín del último viernes. El crédito, que hasta hace muy poco resultaba algo marginal en el mercado, está adquiriendo una cierta importancia en este mes, ya que no sólo ha aumentado, sino que se ha mantenido comprador incluso durante las fuertes realizaciones de beneficios de las dos semanas anteriores.

Los valores eléctricos se orientaron inmediatamente al alza, a pesar de que en algún caso el primer cambio fue recibido con algunas partidas vendedoras que recortaron considerablemente los beneficios. No obstante, casi todos los valores del sector cerraron con ganancias, y algunas de ellas fueron importantes, como la obtenida por Cantábrico. No resultó igual la evolución de los otros valores medianos del sector, que preferían, sin duda, ahorrar el esfuerzo para otro día. Hubo mucha cautela en los corros eléctricos, que no recordaban en nada a los de la última tendencia alcista, en que había prisa por comprar porque el cambio siguiente, con toda seguridad, sería más alto. Dio tiempo para todo, y al final las posiciones quedaban casi como al cierre de la semana anterior, ya que papel y dinero estuvieron sondeando el terreno y no parecieron sacar conclusiones brillantes.

El índice del sector bancario acostumbraba a ser el modelo fiel del general, ya que este último parecía normalmente una sombra chinesca de la evolución de los bancos, pero recientemente se han despegado y el indicador general está disfrutando de otras compañías que reflejan con más exactitud las cotas que ahora ocupa. La escasa actividad del sector bancario no parece merecer mejor suerte, aunque sus valores tratan de seguir lo mejor que pueden las directrices del mercado para no quedar rezagados en exceso. La caja de los siete grandes rara vez supera los 100.000 títulos en uno u otro sentido, y se supone que son esas diferencias las que orientan la evolución de las cotizaciones. La contratación del sector también se ha resentido y se mantiene por debajo del grupo eléctrico, que es ahora el verdadero eje del mercado.

También los principales valores de los sectores industriales registraron subidas importantes, más incluso que en los mejores días de la corriente alcista, y otro tanto le sucedió a Telefónica, que con el imponente avance de ayer en las cuatro bolsas se sitúa por encima del 90% y ya parece capaz de alcanzar la par.

La sesión, en conjunto, resultó ser una consolidación de las posiciones alcanzadas con anterioridad, que necesitó de alguna que otra atención extra ante la pasividad de los inversionistas, y que al cierre no consiguió definirse de una manera clara.

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