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Crece la tensión entre los refugiados vascos en el sur de Francia

"No deseamos las extradiciones, pero querernos la paz"

I. F., Sólo en tres semanas de existencia, la Unión de Defensa de los Intereses Turísticos del País Vasco francés (UDIT) ha conseguido 1.500 afiliados, "a pesar de que aún no hemos recibido las fichas de las ciudades más importantes, como Bayona, Biarritz o Anglet", según su presidente, Juan Agustín Arcondeguy, 44 años, nieto de un guipuzcoano de Usurbil que se estableció en San Juan de Luz a principios de siglo, un hijo del otro lado.

"Esperamos ser 5.000 antes de que finalice el verano, de forma que representemos en la práctica la opinión de unas 25.000 o 30.000 personas de las 220.000 personas que viven en el País Vasco francés", señaló Arcondeguy en su despacho de la primera planta de una nave industrial cercana a San Juan de Luz, donde tiene instalada las oficinas de su agencia de transportes y de viajes.

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"No hay que buscar al sindicato ningún soporte o cariz político, porque no lo tiene", afirma ante las insinuaciones que se han hecho en este sentido en los últimos días de tener tendencia conservadora, especialmente desde que la UDIT se presentase públicamente con una concentración en San Juan de Luz en la que participaron unas 2.000 personas.

Según Arcondeguy, la UDIT nació de forma espontánea tras una serie de reuniones que mantuvieron treinta empresarios de San Juan de Luz y alrededores en las que se comprobó con datos fehacientes que la temporada turística del País Vasco francés estaba siendo catastrófica, no tanto en las zonas costeras como en el interior. "Aunque, según nuestros datos, incluso los grandes hoteles de Biarritz, como el Du Palais, Miramar o Eurotel, han hecho el pleno solamente dos veces en este verano, cuando hasta hace un año era imposible encontrar una cama entre el 10 de julio y el 20 de agosto".

Mientras que a nivel nacional, incluso en la Costa Azul y Bretaña, la crisis refleja un descenso turístico entre un 15% y un 20%, en el País Vasco francés la media se sitúa entre el 30% y el 40%, con zonas donde la ocupación no pasa del 50%.

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Para la UDIT, la causa directa del ba ón turístico es el clima de violencia que se registra en torno a ETA, que provoca una imagen muy negativa en el turismo de esta zona, que viene por su cuenta y que en esta ocasión ha cambiado de costumbres, y, en menor medida, la campaña de la organización independentista vasco-francesa Iparretarrak, que se ha pronunciado contra la turistización de la zona.

Sin temor a represalias

"Nosotros no estamos contra ETA ni contra los refugiados. Estamos simplemente por la paz y por el trabajo", señala Arcondeguy, quien afirma no tener miedo a represalias. "Pero los refugiados políticos tienen un estatuto y unas normas que cumplir. Yo sé que una gran mayoría cumple. Pero hay otros refugiados que atentan contra personas y propiedades, aquí o en España, que conspiran y hacen actividades políticas, y nos están causando un grave perjuicio. Contra eso va el sindicato. No podemos consentir los crímenes de los GAL, pero tampoco podemos consentir que haya gente que cruce la frontera para matar en España".

La UDIT no es favorable a las extradiciones, según su presidente. Las juzga incluso políticamente inoportunas, ya que supondría superponer un problema a otro. Aunque se muestra partidaria de expulsar del territorio a los encartados, junto con aquellos que se compruebe atentan contra la legalidad vigente. Otro de los objetivos de la asociación es contribuir a buscar una salida negociada, y en ese sentido, hace un llamamiento a los Gobiernos español y francés para que sean generosos a la hora de sentarse en una mesa por la paz con ETA, "ya que tiene que ser el fuerte el que ofrezca una salida al débil, en este caso los etarras", opina Arcondeguy.

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