El 'Islamar III' se hundió en 15 minutos, afirma el superviviente Pedro López Beltrán
La búsqueda de nuevos supervivientes del Islamar III será abandonada el próximo domingo a las 24 horas, dadas las pocas posibilidades que existen de encontrar nuevos tripulantes con vida cuando ya han transcurrido siete días desde que se produjo el naufragio. Pedro López Beltrán, el segundo superviviente rescatado, afirmó ayer desde la habitación que ocupa en la residencia Nuestra Señora del Pino, en Las Palmas, que el Islamar III se hundió en tan sólo 15 minutos, depués de que el golpe de mar desnivelara la carga, desencadenando así la tragedia.
López Beltrán, que mantuvo una actitud tranquila durante su im provisada entrevista con la Prensa, declaró que no recuerda haber visto en los últimos momentos de permanencia en el barco a su compañero Juan Martín, que se salvó agarrándose a la línea de flotación de las artes de pesca, como él.Pedro López manifestó ayer que, cuando ya todos los tripulantes del barco estaban en el agua, se formó un grupo de unos 20 compañeros, entre los que estaban sus dos hermanos, y que él comenzó a hacer salvavidas con las redes y las bolas de corcho de éstas que repartió por lo menos a cuatro o cinco compañeros. Según López Beltrán, las balsas salvavidas de que disponía el Islamar III no sirvieron al caer al agua, "porque se desinflaron con todo el alboroto y apelotonamiento que se produjo a bordo, en el escaso tiempo que permanecimos en el pesquero antes de tirarnos al agua".
A partir de ese momento, que Pedro López sitúa soboe las tres de la madrugada del viernes, día 10, el grupo se fue dispersando, "pero junto a mí y en la misma balsa que yo hice, quedó el contramaestre., Manuel Gorizález González, que en la noche del viernes ya no pudo más y me dijo que él se entregaba a la mar".
En este punto comienza la odisea solitaria de López Beltrán hasta que a las ocho y media de la tarde del pasado martes, día 14, pasó junto a él, a escasos metros, un barco canadiense que advirtió su presencia y le rescató. Durante los cinco días que pasó a la deriva -"en todo momento tuve noción del tiempo porque el reloj no se me paró"- López Beltrán vio pasar varias embarcaciones que no advirtieron su presencia. "Pasé incluso junto a un arrastrero, a unos 300 metros, pero no me vieron. También me pareció ver un barco grande y nunca ví aviones ni helicópteros".
Pedro López tenía lágrimas en los ojos al recordar a sus compañeros, especialmente a sus hermanos, ya que las posibilidades de encontrarles con vida parecen muy remotas. "Pero ha sido la voluntad de Dios, y no podemos hacer otra cosa", declaró.
La Zona Marítima de Canarias ha descartado prácticamente la posibilidad de que se produzca el hallazgo de un tercer superviviente tras el rescate de Juan Martín Lozano, a las 62 horas der hundimiento, y el de Pedro López Beltrán, una vez transcurridos cinco días desde que se produjo la catástrofe. Por ello se abandonará el rastreo cuando el domingo los barcos de vigilancia lleguen al paralelo 23, que coincide con la costa del Sahara, a la altura de Dajla (antigua Villa Cisneros).
Los médicos que atienden a los dos supervivientes han confirmado la escasez de posibilidades de sobrevivir para los supuestos naúfragos.
Por otra parte, ya se conocen los nombres de los dos tripulantes marroquíes cuya desaparición ha sido comunicada ya a sus familiares por la Embajada de España en Marruecos. Son Amar Ashid, de 29 años, y Lansen Edduch, de 30.
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