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GALICIA

Vecinos de siete aldeas de Lugo, contra la reforma de un tramo de la carretera N-VI

Más de 250 vecinos de siete aldeas de los municipios de Becerreá y Asnogais, en la provincia de Lugo, se oponen al proyecto de construcción de la variante del tramo de 11 kilómetros de la carretera N-VI, Madrid-La Coruña, entre estos dos municipios, elaborado por el MOPU.Los vecinos se consideran gravemente afectados por el nuevo trazado y por el impago de indemnizaciones de otras obras realiza das en la misma vía hace 14 años. Algunos de los afectados se han negado a firmar las actas previas de ocupación, a la vez que califican el nuevo trazado de la variante de ruinoso y "atraco a mano armada".

El tramo entre los municipios de Asnogais y Becerreá, de 11,5 kilómetros, constituyendo el único tapón existente en la carretera N-VI, de Madrid a La Coruña, que es la más importante de las comunicaciones de la provincias de La Coruña y Lugo con el resto de España. Dicho tramo es el único que, 16 años después de establecerse el Plan de Itinerarios Asfálticos, más conocido por Plan Redia, mantiene el trazado inicial.

Tras diversos estudios -que fueron rechazados por las dificultades que entrañan, la configuración de los terrenos y las adversidades climatológicas- el MOPU aceptó la solución presentada por la empresa Ferrovial, consistente en el acondicionamiento de la carretera actual mediante la construcción de una variante con un túnel de 740 metros de longitud y dos estructuras en viaducto. La ejecución de la obra, que se ha establecido en dos años, tiene un presupuesto de 1.340 millones de pesetas.

Los vecinos afectados por el proyecto, más de 250, pertenecientes a las aldeas de Ferreiría, Balsa, Horta, Baliño, Cela, Agüeira y Chao da Vila, han mostrado su oposición al mismo por considerar que, de llevarse a cabo, afectará a sus mejores tierras de cultivo. Han propuesto otro trazado alternativo.

De igual forma, la oposición vecinal viene dada por el impago de las expropiaciones realizadas en 1970 para el acondicionamiento de la misma carretera. La realiza ción de las obras supuso entonces el cierre de algunas casas y la pérdida de tierras, por lo que algunas familias hubieron de cambiar el modo de vida, a lo que ahora no parecen dispuestos.

El alcalde de Asnogais, el socialista José Espín, aprueba el nuevo trazado de la carretera desde el punto de vista técnico. Sin embargo reconoce que el tema de las indemnizaciones "es algo muy complicado, porque hay que adoptar soluciones que sean justas para todos. Pienso que, cuando menos, habría que conseguir que se indemnizase en condiciones, de manera que el perjuicio inevitable fuera el mínimo posible".

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