Brillante reacción final del equipo español
La selección española de waterpolo se halla en el camino de una medalla, tras empatar con el equipo de la República Federal de Alemania (RFA), uno de los aspirantes al oro. El partido no pudo empezar mejor para los españoles, cuando a los tres minutos, tras haberlo intentado ya una vez, Canal batió con un tiro desde media distancia a Peter Rohle.La respuesta alemana no se hizo esperar y Stamm, desde lejos, cogió desprevenido a Moya, que ocupaba hoy la portería española, sustituyendo a Ribera. Sin embargo, el temor de que la portería española volvería a ser su punto débil acabó ahí. Moya, un minuto después, detuvo un nuevo tiro de Stamm y, a partir de aquel momento, realizó una actuación impecable.
Aprovechando la primera expulsión de Osselmann, Antonio Aguilar, a pase de Robert, puso de nuevo por delante a la selección española. El conjunto de Lolo Ibern estaba jugando a un ritmo vivísimo, con constantes cambios de posiciones, aplicando una increíble presión sobre la selección alemana, que no sabía cómo reaccionar.
Tres goles de ventaja, tres de desventaja
El comienzo de la segunda parte siguió la misma tónica. Un gran tiro de Estiarte lo detuvo con dificultad el portero alemán, que no pudo hacer lo mismo con su segundo disparo. Canal, por su parte, desde la izquierda, colocó el marcador en 4-1. Pero ahí empezó el calvario: viéndose por delante, la selección española bajó el ritmo trepidante que había impuesto al partido y los alemanes no dejaron pasar la oportunidad. Serenando su juego, imponiendo su ritmo lento y preciso y aprovechando la habilidad de Armando Fernández, un mexicano nacionalizado alemán, batieron por dos veces la portería de Moya: la primera, el propio Fernández, recogiendo el rebote de un tiro desde lejos, y la segunda, Obschernikat, a pase del mexicano.
La tercera parte fue la débâcle. Los alemanes, controlando totalmente el partido, mientras la selección española daba la impresión de no encontrar su sitio en la piscina. Otto, primero, y Obschernikat, poco después, pusieron por delante por primera vez a su equipo y, aunque Estiarte, en una bonita jugada con Canal, restableció el empate, Stamm y, de nuevo, Otto, al transformar un penalti de Robert, que además fue expulsado por protestar, dejaron el parcial de esta tercera parte en un significativo 1-4.
Incluso la suerte parecía estar en contra de la selección española. Un gran tiro de Estiarte, nada más comenzar la última fase del partido, dio en el poste y, en la siguiente jugada, Otto, aprovechando la expulsión temporal de Neira, puso a su equipo con tres goles de ventaja a falta tan sólo de 5 minutos de juego. Pero los españoles no se daban por vencidos.
Un penalti de Armando Fernández a Estiarte lo transformó él mismo, reduciendo distancias. Pareció ser la señal que esperaban para darle la vuelta al partido. De nuevo el equipo español recuperó el ritmo con el que, al principio, había desarbolado la precisa, aunque poco imaginativa, táctica alemana. Contra el reloj, Estiarte colocó a nuestra selección a un sólo tanto del empate. Canal tiró al poste; Moya, en su problemática portería, detuvo un disparo de Stamm con marchamo de gol; Estiarte, que lleva 23 goles en seis partidos, volvió a dar en el poste y, por fin, Canal, a pase de Carmona, consiguió el empate. Pero no se conformó la selección española y, aunque Moya volvió a lucirse bloqueando con las dos manos otro tiro de Stamm, a 27 segundos del final, Aguilar, con algo de precipitación, pues hubiera podido colocarse mejor, disparó a menos de 5 metros para que despejara Rohle.
Quedaban sólo 5 segundos y los alemanes iban a la desesperada. Aguilar fue expulsado temporalmente y, sin esperar a su salida, Stamm aprovechó para batir a Moya, pero el árbitro no concedió el tanto. Tras repetir el tiro de la falta, el rebote fue recogido por Canal, que, a falta de un segundo, lanzó de una portería a otra. Mientras volaba el balón sonó el final del partido. El tiro de Canal dio, de nuevo, en el travesaño.
En el grupo de finalistas, Estados Unidos batió hoy por ocho goles a siete, con bastantes dificultades, a la selección holandesa, próxima rival de la española, mientras que Yugoslavia se deshacía fácilmente por nueve a seis de Australia. El encuentro entre los norteamericanos y los yugoslavos, en la última jornada, se perfila como decisivo. Grecia, a su vez, parece favorita en el torneo de consolación.
