Conmoción en Suecia por el 'doping' del luchador Johansson

La conmoción suscitada en Suecia por el episodiodel luchador Thomas Johansson, a quien se le retiró la medalla de plata que había ganado en Los Angeles al comprobarse que había actuado dopado, lejos de cesar, aumenta cada día. Profusos comentarios no solo en los más altos círculos del deporte, sino en los de la medicina y en los editoriales de prensa, abordan el asunto desde los más diversos puntos de vista. Karl Frithiofson, presidente de la dirección nacional del deporte señaló que las responsabilidades de este hecho deben ser compartidas también por el entrenador y que debe extremarse el control sobre los deportistas que representen al país en competencias internacionales.

La idea de que deben practicarse sistemáticamene pruebas de doping antes de integrar una delegación es unánimemente compartida. El médico de la delegación olímpica sueca, Bo Anderberg, sostuvo que el lamentable episodio tiene un aspecto positivo que es el del ejemplo del alto precio que se puede pagar por la utilización de productos químicos para mejorar la capacidad de competencia. Un prominente deportista sueco de los años setenta, Lennart Hedmark, sostiene que hay "mucho teatro" detrás de las críticas, ya que según él todos los, grandes deportistas usan dichos productos para mejorar su capacidad. Admite que él mismo los usó durante seis años en su carrera y gracias a ellos pudo alcanzar las posiciones que alcanzó.

En términos similares se manifestó el ex luchador y actual presidente del club de, lucha de Sundavall, Pelle Svensson manifestó que es tiempo de que la asociación nacional de deportes y el comité olímpico sueco terminen con el juego de la indignación". Dijo también que las grandes potencias, tanto del Este como del Oeste libran una batalla política a través de las elites deportivas y utilizan comúnmente productos hormonales. Y agregó que las pequeñas naciones han tomado su mal ejemplo.

El deporte sueco ha quedado en posición bastante incómoda después de este episodio, pues habitualmente los comentaristas deportivos han denunciado a los países del Este como los grandes consumidores de preparados hormonales para sus atletas. Thomas Jubansson regresó ayer a Estocolmo y no tuvo precisamente una acogida de héroe. De todos modos, las secuelas de este episodio no han hecho más que comenzar.