La ONUDI, decidida a incrementar el desarrollo industrial del Tercer Mundo

El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, ha advertido en Viena a los países endeudados en vías de desarrollo sobre los peligros del aislamiento como método para resolver sus dificultades financieras y económicas. Sería "un grave error que los países en desarrollo reaccionaran ante la realidad de la recesión replegándose sobre sí mísmos y escondiéndose en el aislamiento", afirmó Emile Van Lennep ante la conferencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), reunida en la capital austríaca desde el pasado 2 de agosto.Para Van Lennep, los países que han adoptado en los últimos años estrategias de apertura hacia el exterior "han soportado muchísimo mejor las turbulencias de la situación internacional" que los que han adoptado medidas restrictivas con la intención de contener las salidas de divisas. Según el patrón de la OCDE, los 24 países industrializados de Occidente incrementaron notablemente en 1983 sus importaciones de los países en vías de desarrollo.

Los países del Tercer Mundo consideran que las políticas de ajuste económico "de un coste social elevado, impuestas por el Fondo Monetario Internacional, suponen un duro golpe para su industrialización".

Tema central de esta conferencia de la ONUDI es lograr la industrialización del Tercer Mundo, haciendo progresar su participación en la producción mundial del 11,9% en 1983 al 15% en torno al año 2000, con el acento puesto en el sector agrícola, clave de las economías del Tercer Mundo. El director general de la FAO se felicitó ayer por el hecho de que la producción alimentaría en los países en desarrollo "continúa aumentando, aunque muy ligeramente, por encima del crecimiento de la población".