Dos equipos españoles participan mañana en las finales

ENVIADO ESPECIALA pesar de los escasos medios con que cuenta el deporte del remo en España, dos equipos españoles, en las especialidades de dos sin timonel y el 4 scull, han logrado entrar en la final de los Juegos Olímpicos de remo, que se celebran mañana en Lake Casitas, un lago situado en las montañas de Santa Bárbara, a unos 130 kilómetros al noroeste de la ciudad de Los Ángeles. Mientras los directivos de la Federación Española de Remo se lamentan de las escasas dotaciones financieras, los remores han demostrado estar a la altura de los mejores del mundo, al entrar dos equipos en unas finales en las que participan seis embarcaciones.

Luis Oliver, Jesús González, Manuel Vera y Julio Oliver, competidores en la final de 4 scull, realizaron dos rondas de clasificación muy regulares, quedando segundos en cada competición y a sólo 68 décimas de segundo de los ganadores en la última, el equipo de Canadá. Idéntica regularidad, con dos segundos puestos en las preliminares, demostró el equipo integrado por Fernando Climent y Luis Lasurtegui en la especialidad de dos remeros sin timonel. En skiff (un sólo remero) y dos con timonel, España no pudieron clasificarse.

El equipo de los hermanos Oliver, González y Vera, prefieren contestar con una amplia sonrisa. "Estamos preparados para ganar una medalla", dice. Vera, "pero las diferencias en la final de 2.000 metros son mínimas". Las condiciones climáticas de vientos, la distancia entre Lake Casitas y Santa Bárbara, a 45 minutos en autocar, obligan a los atletas a levantarse a las cinco de la madrugada. La moral de victoria es alta entre los españoles que, en caso de conseguir alguna medalla, sería la primera vez que España obtiene tal recompensa en una competición olímpica en remo.

"Es un deporte de franciscanos", comenta, por su parte, el jefe del equipo, Francisco Zurriarain, vicepresidente de la Federación Española de Remo. "No es lo mismo dotar a un equipo de remo, que a un equipo de baloncesto", añade, "pues hay que tener en cuenta que un remo cuesta 50.000 pesetas y un barco para ocho remeros oscila alrededor de los dos millones de pesetas". Por otra parte, en España no existe ningún campo de regatas, utilizándose el de Mequinenza (en las provincias de Zaragoza, Huesca y Lérida) y, sobre todo, el lago de Banyoles (en Gerona) para entrenar y competir. Banyoles y San Sebastián, con sus competiciones de traineras, son dos las canteras históricas del remo.

La trayectoria del remo español tuvo su mecenas en Pedro Abreu, un hombre de negocios cubano nacido en San Sebastián, que financió el remo en España hasta su secuestro, en 1980, por militantes de ETA, que lo liberaron a cambio de tres millones de dólares. Tras aquel desembolso, Abreu se vio en dificultades de seguir apoyando económicamente al remo.