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Gente

John N. Turner,

primer ministro canadiense, no sólo ha sido objeto de polémica por haber dado un azote en las posaderas a la copresidenta de su equipo electoral, sino que ahora y como consecuencia de ello es víctima de un código de buena conducta impuesto por las candidatas de su propio partido. Lucie Pepin, ex presidenta del consejo de la situación de la mujer, apoyada por Judy Erola, ministra de la Condición Femenina, ha dictado un "protocolo de buenas maneras" destinado a sus colegas liberales en general y a su jefe de fila en particular. "Hay que procurar que todo el mundo sepa dónde poner las nianos", afirma Lucie Pepin. "Se debe dar la mano, se puede dar un beso, se puede dar un abrazo, pero nada más". No sería raro, pues, que los gestos de camaradería de Turner pudieran hacerle perder votos entre el electorado femenino.

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