Albert Gudmundsson,

ministro islandés de Finanzas y ex estrella de fútbol en el Racing Club de París, puede pasarse ocho días en la cárcel, por amor a su perro, si se niega a pagar una multa de 6.000 coronas a la que ha sido condenado por tenerlo. Según, una ley de 1924, no pueden tenerse perros ni en Reikiavik ni en las principales aglomeraciones urbanas islandesas. Empujado a deshacerse del mejor amigo del hombre, Gudmundsson declaró, a principios de este año, que prefería la cárcel a pagar una multa y tener que deshacerse de su perro, y presentó un recurso, que ahora ha sido desestimado. El tira y afloja entre el ministro y la justicia ha hecho las delicias de sus conciudadanos, que siguen el desarrollo áe tan tierna historia con tanto apasionamiento como si se tratara de los capítulos de Flamingo Road.