Seat perdió 35.800 millones de pesetas en 1983, un 70% más de lo previsto por la dirección
Las pérdidas auditadas de la compañía automovilística Seat, del grupo INI, ascendieron a 35.800 millones de pesetas en 1983, lo que supone un 70,4% más que los 21.000 millones previstos por su ex presidente, Juan Miguel Antoñanzas, en la información suministrada para la elaboración del plan operativo anual (POA) del instituto público correspondiente al pasado ejercicio.
Según los últimos datos de la compañía, las pérdidas definitivas de la sociedad, una vez terminada la auditoría, alcanzan la cifra reseñada, sin que existan perspectivas a corto plazo para una fuerte reducción de las mismas. No obstante, Seat podría mejorar sensiblemente sus resultados en los próximos tres años, en gran parte debido a un aumento de los ingresos por ventas y la mejora de la partida de exportaciones.
En 1984, Seat experimentará una ampliación de capital equivalente prácticamente a sus pérdidas de 1983, es decir, por un total de 36.750 millones de pesetas. Además, la compañía recibirá 2 1.000 millones en concepto de subrogación de pérdidas.
En medios gubernamentales existe gran preocupación por el coste que pueda tener para el Estado la consecución de un futuro viable para Seat. La situación de la compañía en el momento de la sustitución de su anterior presidente fue caracterizada por medios oficiales como, "hasta cierto punto, irreversible" sin un fuerte apoyo material del presupuesto.
Según fuentes ministeriales, el Gobierno tiene intención de realizar un esfuerzo considerable en el saneamiento de Seat, en el convencimiento de que la introducción de nuevos modelos y el acuerdo con Volskwagen garantizan a medio plazo su viabilidad.
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