El 'fusilamiento' de Abena
Estoy horrorizado. Todavía no puedo creer que un señor (un deficiente metal, sin duda), al que todos, incluido el alcalde y el vecino de Abena, le hemos comprado un uniforme y una pistola, le hemos dado un sueldo y nuestra confianza para que algún hipotético día nos defienda, haya sido capaz de cometer un acto de semejante ingratitud, poca profesionalidad, falta de ética e inhumanidad. Simular un fusilamiento hasta su punto final es un hecho del que este o estos tarados deberán dar cuenta.Me gustaría conocer la opinión de ese teniente, aunque dudo mucho que semejante monstruo pueda formarse una opinión razonada, si algún día a él, que paga todos los meses para que un profesional de la medicina le atienda en caso de enfermedad, le dijera sin el menor gesto de duda que un cáncer de higado en estadío terminal le va a matar en cuestión de semanas. Sería bueno verle la cara cuando el médico, semanas después, le expusiera con amabilidad que todo había sido una farsa científica para estudiar sus reacciones ante la muerte.
Aquí no valen patriotismos, banderas ni uniformes. Ningún asalariado de la sociedad, use metralleta, fonendoscopio o coche oficial, puede cometer semejantes desmanes. Espero que a este o a estos psicópatas se les exijan responsabilidades y se actúe en consecuencia. Digo espero, porque me temo que tendremos que conformarnos, impotentes, con una nota de disculpa.-
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