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Reportaje:

Jacques Mitterrand

El general de aviación, hermano del presidente francés, es la cabeza visible de la industria aeroespacial militar de su país

Ascendido a general por De Gaulle, Jacques Mitterrand parece tener poco en común con su hermano, el presidente socialista. Compartieron, desde luego, los olores infantiles, el familiar pitido del tren rascando la vía de la estación -algo lógico tratándose de los hijos de un ferroviario-, y las mismas medias de lana que les abrigaban del frío cuando iban al colegio de Saint Paul de Angulema. A partir de 1936 los dos hermanos empezaron a vivir ideológicamente de espaldas, ligados exclusivamente por un afecto que nunca se ha roto. François recibió con exaltación el Frente Popular. Jacques guardó sus ardores juveniles para el Ejército, donde ingresó en 1937.

Los dos hermanos, sin embargo, se parecen exageradamente para ignorarse. La misma nariz de emperador romano, la misma educada e irónica, arrogancia. Tal vez resulte el general menos enérgico que su hermano el presidente de la República, aunque el gesto autoritario sea idéntico. Una impresión tal vez engañosa, en la que juega un papel esencial esos ojos azules de mirada directa que Jacques Mitterrand no comparte con su hermano. Piel sonrosada y pupilas de color tejano desteñido que suavizan los rasgos del general.Jacques Mitterrand se muestra desconfiado cuando le pido que me hable de su infancia. "¿Me lo pregunta porque soy hermano del presidente de la República?". "Se lo pregunto por usted mismo, siento curiosidad por su niñez, como siempre que entrevisto a alguien...". "¿Pretende usted psicoanalizarme, entonces?", dice entre risas , pero con un gesto de advertencia.

"He pasado por la vida sin anécdotas. No me ha ocurrido nada extraordinario, quizás es que no tengo bastante imaginación". Lo que a él le interesa es su biografía militar y, sobre todo, su actual gestión empresarial en el campo de la tecnología aeroespacial. Durante la ocupación nazi de Francia estuvo destinado en Senegal, desde donde se puso a las órdenes de De Gaulle. Luego estuvo en Argelia... Más tarde ha pasado a la industria militar convertido en un poderoso patrón. Pero antes tuvo ocasión de formar parte del elenco de protagonistas de mayo del 68. Era el número 3 del Estado Mayor cuando ocurrió "la petite révolution", como él califica a la revuelta. "Fue una gran fiesta que movió a los círculos de la inteligencia, pero sin consecuencias."

En 1975 Giscard le nombró presidente de la Sociedad Nacional Industrial Aeroespacial. Fue un nombramiento delicado. Aeroespacial sufría pérdidas de un millón de francos por día. El general Mitterrand operó el milagro de levantar esta empresa que ha vendido a España los misiles Roland y que mantiene programas comunes con CASA y Santa Bárbara (ENSB).

Al llegar François Mitterrand al Elíseo encontró a su hermano en la cúpula de Aeroespacial. Años atrás, el Mitterrand socialista había criticado la fuerza de disuasión nuclear de la que su hermano es paradigma. "Comeremos juntos la próxima semana", dice en un tono ambiguo que no aclara si es cita familiar o de trabajo.

Jacques Mitterrand abandonó en 1983 la presidencia de Aeroespacial pero sigue en el Consejo de Administración y preside el grupo GIFAS (130 empresas del sector).

Al preguntarle sobre la dependencia de Europa respecto a Estados Unidos responde: "El papel de Estados Unidos es esencial en la defensa europea. Si se redujera su papel Europa tendría que asumir una mayor responsabilidad. Francia, por ejemplo, ha elegido tener una fuerza disuasoria propia".

-¿Eso les hace menos vulnerables?.

-Sí, pero somos miembros de la OTAN; sólo hemos retirado la automaticidad de nuestras fuerzas de la estructura militar.

-¿Por eso han podido decir no a los euromisiles?

-En efecto.

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