España y Japón colaborarán en intentar pacificar el golfo Pérsico

España y Japón mantendrán consultas para coordinar sus buenos oficios para la pacificación del golfo Pérsico, según afirmó ayer en Madrid el ministro de Asuntos Exteriores japonés, Shintaro Abe. Los Gobiernos de Tokio y Madrid tienen en común sus buenas relaciones políticas y económicas con Irán e Irak y estaban tratando ya, por separado, de posibilitar la solución del conflicto

Para intensificar las relaciones políticas entre España y Japón -que son prácticamente inexistentes, mientras las relaciones económicas son pujantes- Abe quedó en encontrarse el próximo mes de septiembre en Nueva York con su homólogo español, Fernando Morán, aprovechando la asistencia de ambos a la Asamblea General de Naciones Unidas. El jefe de la diplomacia nipona invitó también al presidente del Gobierno español, Felipe González, a visitar Japón.Poco más de hora y media, en total, ha dedicado Abe a entrevistarse, entre el domingo y el lunes, con Morán y Felipe González. Ayer, además de hacer un par de visitas turísticas en Madrid, el ministro de Asuntos Exteriores japonés celebró un encuentro con los embajadores de su país destacados en África.

En su encuentro con Felipe González, Abe -según relató él mismo ayer durante un encuentro con los periodistas- informó sobre la cumbre de los jefes de Estado o de Gobierno de los siete grandes celebrada la semana pasada en Londres. Por su parte, González explicó a Abe las relaciones de España con la CEE y la OTAN.

Shintaro Abe declaró ayer que existe un gran campo para la futura colaboración hispano-nipona sobre nuevas tecnologías. Igualmente, el ministro de Asuntos Exteriores japonés destacó que para reequilibrar la balanza comercial entre ambos países -que es marcadamente deficitaria para España- se necesita el esfuerzo de ambas partes. Apoyando implícitamente las acusaciones de los hombres de negocios de su país, que acusan a sus colegas españoles de falta de agresividad, Abe recordó que Japón es un apetecible mercado, con sus 110 millones de habitantes y su alto nivel de vida.

Abe reiteró el deseo de su país de que España se integre en la CEE, recordó que el 50% de la exportaciones españolas van hacia la Comunidad y agregó que la importancia de España se acrecentará cuando se produzca la adhesión. El apoyo japonés al ingreso español sería la culminación de la previsiones hechas por los capitales nipones, que han aumentado su presencia en España para penetrar más fácilmente con sus productos en el mercado europeo.

Además de las 44 empresas hispano-japonesas existentes en España, ambos países cooperan también en otros países, como Marruecos, Argelia o Indonesia. Esta cooperación puede ser ampliada también a Latinoamérica, donde Japón mantiene menor presencia política que España.

Abe -que ayer a primera hora de la tarde se dirigió a Ginebra tras una visita a Madrid de poco más de un día de duración- estaba acompañado por el viceministro de Asuntos Exteriores Sumío Edamura, que estuvo destinado en tiempos como ministro-consejero de la Embajada de Japón en Madrid y que en septiembre volverá como embajador. El peso de Edamura en la diplomacia nipona hace suponer a los observadores políticos que su nuevo nombramiento significa un relanzamiento de las escasas relaciones políticas entre Tokio y Madrid.