Francia y Dinamarca inician la Eurocopa
A las 20.30 de esta tarde (TVE, en directo por la Primera Cadena) la ensalzada selección francesa inicia la aventura de conseguir lo que ya consiguió España hace 20 años: ganar la Copa de Europa de Naciones en su casa. Dinamarca, el único equipo que ha derrotado a los franceses en los dos últimos años, es el contrincante. Las 47.231 localidades del Parque de los Príncipes de París están vendidas para contemplar el lanzamiento de globos, de palomas, oír la música de la legión, y al final, después de dos horas de juegos florales, comprobar si la expectación del partido responde a la realidad. Casi nunca es así en los encuentros de inauguración, porque el empate les viene bien a los dos equipos
Los franceses no se van a poner más nerviosos ni los daneses serán más optimista cuando esta tarde alguien les recuerde aquel 17-0 favorable a Dinamarca en los Juegos de Londres de 1908. La historia futbolística francesa no es propensa a los nostálgicos. La banda de Giresse y Platini puede acabar con los tópicos Fontaine y Kopa. El futuro de Francia comienza a las ocho y media si deja los nervios en el hotel. Es la única preocupación del entrenador, Michel Hidalgo, jugador del Reims que disputó con el Madrid la final de la Copa de Europa de 1956 y luego presidente del Sindicato de Futbolistas. Desde que la selección francesa está en un primer plano nunca ha comenzado bien las grandes competiciones, como por ejemplo el Mundial de Argentina y el Mundial de España. Hidalgo dice que en el deporte no hay reglas ni tradiciones. "No tenemos que dramatizar la situación", manifestó Hidalgo, "tenemos que jugar sin ansiedad".Francia tiene que atacar
Desde luego, los que no la van a tener son los daneses. Lauridsen lo explicó muy bien: "Ellos tienen que atacar; crear juego. Nosotros aguantar, defendernos. Ellos tienen la responsabilidad; a nosotros el empate nos va bien". Lo expresó en castellano, uno de los seis idiomas oficiales de la selección danesa, una selección muy adaptable, pues, a todo tipo de entrevistadores, ya que, por ejemplo, el español no existe para la organización.A Bregren, jugador del Pisa, le piace jugar en España. Lauridsen le dio la noticia de que el Zaragoza se interesaba por él. Símonsen confirma que está molt bé. Estos son algunos de los idiomas que manejan los 14 jugadores daneses que trabajan fuera de su país.
El director de este conglomerado de futbolistas es Sepp Piontek, concentrado en las afueras de París. Rodeado de flores y de cervezas Calsberg (firma que subvenciona al equipo), Piontek es capaz de explicar, en perfecto alemán, inigualable danés, e inmejorable inglés, que Francia es la favorita, que no dará el equipo hasta última hora y que, si hasta este momento lo que importaban eran las pruebas y no los resultados, "mañana es al revés, sólo me importa el resultado".
A un periodista francés lo que le interesa es el marcaje a Platini. Piontek se cambia la pipa de mano y, por el lado derecho de la boca, contesta fluidamente en francés que "Francia es Platini y diez más, entre ellos Tigana y Giresse".
Piontek ya es rentable sólo por el dinero que ahorra a su federación en gastos de azafatas. El seleccionador danés es todo un equipo de traducción simultánea.
La misma organización francesa le tendría que contratar porque ni tiene traductores ni le funciona el pomposo banco de datos. Eso sí, nadie protesta. Parece que los nervios no se desatarán hasta esta tarde cuando el balón decida la suerte de unos y de otros. Además de los millones de telespectadores, París está lleno de entrenadores, directivos, jugadores e intermediarios. Entre ellos están, en primer plano Menotti, Di Stéfano y Maradona.
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