400.000 trabajadores de la República Federal de Alemania, afectados por la huelga en favor de las 35 horas semanales
El conflicto laboral de los metalúrgicos en la República Federal de Alemania (RFA) por la semana de 35 horas entró en su cuarta semana y alcanza ya a unos 400.000 trabajadores afectados por la huelga, cierres patronales y paros de la producción por falta de suministros. En el distrito de Baden y Wurtemberg del Norte se reanudan hoy las negociaciones entre empresarios y el IG Metall que habían sido rotas sin resultado hace una semana. En el distrito de Hesse se espera hoy un fallo judicial en segunda instancia sobre la legalidad del cierre patronal, prohibido en la Constitución del Estado federado.
Las posiciones parecen inamovibles, pero el IG Metall pidió de nuevo una reanudación de las negociaciones en el distrito que podría cumplir la función de piloto si se consigue un acuerdo en Baden-Wurtemberg. El IG Metall dio a entender que aceptaría un compromiso limpio que contenga un inicio de la reducción de la semana de 40 horas para todos. Los empresarios aseguran que no admitirán una reducción para todos los trabajadores y mantienen su oferta de hace una semana, cuando se rompieron las negociaciones.Los patronos ofrecieron una reducción de la semana laboral a 39 horas, y luego hasta 38, pero sólo para los trabajadores de turnos nocturnos y los más desagradables, a cambio de congelar la semana de 40 horas para el resto de los obreros hasta el año 1988. El IG Metall consideró la oferta inaceptable porque asegura que sólo saldría beneficiado un 14% de los trabajadores del metal y fija las 40 horas para varios años. En este punto, el IG Metall rompió la negociación, que se reanuda hoy, sin que haya perspectivas de que se pueda llegar a un acuerdo. El dirigente metalúrgico Hans Jassen declaró ayer: "Nos encontramos ante la alternativa de huelga o capitulación", y acusó a los empresarios de "no negociar con nosotros. Sólo quieren que nos estrellemos contra la pared".
Cierre patronal
Mientras en Stuttgart se prepara la negociación, se espera hoy en Francfort un fallo judicial sobre la legalidad del cierre patronal. El pasado miércoles un tribunal falló a favor del IG Metall que el cierre patronal es ilegal y acordó imponer a los patronos una multa de 500.000 marcos (27,5 millones de pesetas) si no revocan antes del día 6 de este mes la orden de cierre patronal de 26.300 metalúrgicos. Los empresarios recurrieron contra el fallo judicial y se espera la sentencia sobre la prioridad de la Constitución de Hesse, que en su artículo 29, párrafo 5 prohíbe el cierre patronal, o de las normas federales que regulan el derecho tarifario.Empresarios y sindicatos rechazaron, al comienzo de la causa ayer en Francfort, una propuesta del tribunal de suspender durante 10 días las huelgas y cierres patronales, en espera de una sentencia judicial.
Los tribunales se ocuparon también en Reutligen con la huelga y sancionaron con fuertes multas a los piquetes de huelga de la fábrica Bosch. El tribunal falló que los piquetes deberán dejar un pasillo de por lo menos tres metros para los que quieren entrar a trabajar. El sindicato considera que esta medida equivale a dejar sin efecto el derecho de huelga. El Partido Liberal (FDP) atacó duramente la huelga el fin de semana pasado en su congreso de Muenster. El FDP ha planteado la posibilidad, de revisar el mecanismo de convocar una huelga y exigir que sea votada por todos los obreros y no sólo por los afiliados al sindicato.
Los liberales (FDP) quieren impulsar la última fase de la campaña electoral al Parlamento Europeo -las elecciones se celebrarán en la RFA el próximo día 17- con un fuerte ataque contra los socialdemócratas (SPD) como "partido huelguista'", y contra los sindicatos, como "asesinos de la recuperación económica".
Según datos estadísticos publicados ayer, el producto nacional bruto (PNB) creció en la RFA un 3,6% en los tres primeros meses del año, mientras que en el mismo período del año pasado había disminuido un 0,3%. Al mismo tiempo, aunque la productividad aumentó en un 5,4%, el número de parados en el primer trimestre aumentó de 1,6 a 2,48 millones. Economistas de los principales bancos del país subrayan que los resultados del primer trimestre están de acuerdo con las previsiones realizadas, por lo que las proyecciones del Gobierno, en las que se preveía un crecimiento económico del 3% durante este año, tienen todas las trazas de cumplirse, manteniéndose al mismo tiempo la inflación dentro de unos márgenes moderados.
Estos datos ponen de manifiesto que a pesar del crecimiento del PNB y la productividad de la industria no se consigue reducir el paro. Sobre este argumento basan los sindicatos su exigencia de reducir la semana laboral y obtener las 35 horas de trabajo. Los patronos aseguran, por su parte, que esta reducción supone una elevación de costes insoportable para la industria alemana, menos exportaciones por falta de competitividad y, al final, más paro.
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