Rosales bien cuidados

El cuidado de los rosales no debe limitarse al momento de su plantación; por el contrario, si se quieren obtener buenas rosas y conservar la planta en perfectas condiciones, habrá que seguir ciertas normas básicas.La primera de ellas es que ay que regarlos bien, nunca por encima de las hojas (para no favorecer la aparición de mohos) ni pulverizando, sino con un chorro sin mucha fuerza para no remover la tierra. Tan sólo en los momentos más calurosos del verano (finales de julio a mediados de agosto) los rosales sufren un parón, y es entonces cuando hay que regar algo menos y no abonar, respetando ese descanso.

El rosal es bastante exigente en sustancias nutritivas (sobre todo si se espera que florezca bien), y por lo mismo deben escardarse todas las malas hierbas de su entorno para que no compitan con esas sustancias. Si hay algún arbusto o árbol cercano a los rosales del jardín y éstos se muestran poco activos, es mejor que piense en cambiar de sitio a éstos o a aquéllos, según le parezca más viable, en cuanto llegue el otoño.

A lo que no hay que esperar es a extirpar los chupones. Éstos son brotes de crecimiento muy veloz, flexibles, bastante rectos y que salen de debajo de la tierra (en general, por debajo del punto de injerto, quede éste enterrado o no). Escarbe si es necesario y suprímalos justo en el punto por donde aparecen, haciendo un corte lo más limpio posible.

FLORES MÁS GRANDES

Si quiere obtener flores más grandes, aun a costa de que sean menos, elimine loscapullos axilares (es decir, aquellos que acompañan al capullo central) antes de que se desarrollen. Y finalmente, aplique algún producto sistérnico para mantener controlados a los pulgones, que pese a su tamaño no son enen-úgos pequeños; lo mismo que los hongos del tipo oidio y roya, que deben mantenerse a raya con un buen fungicida.