De India a China pasando por Tailandia

Las rutas que se hicieron clásicas en la Europa de los sesenta hacia Benarés, los caminos que se abrían paso por la cordillera del Himalaya y llegaban hasta Katmandú, las visitas a una Bangkok abarrotada y dividida, siguen manteniéndose con cierto éxito y precios no muy altos en la España de los ochenta. Casi todos combinan dos o tres países, son de larga duración (a partir de 11 o 15 días) y ofrecen muchas posibilidades de extensiones a otros destinos cercanos. El más modesto y barato es el de India-Nepal (172.500 pesetas, 1.5 días en hoteles de primera, Politour). Los más caros los que llegan hasta Japón y Filipinas. Los más nuevos, sin lugar a dudas, los que incluyen China en su recorrido. Se puede afirmar que ha sido la mayor novedad de este verano. Desde los tour operators más clásicos, como Mundicolor, hasta los especializados en el Oriente (Indoriente, Oriente eAsí) han incluido China en sus programas. Sola o combinada con Tailandia, India o Japón. Con circuitos que abarcan no sólo Pekín y Shanghai, sino el Tibet o las gargantas del río Yang-tsé.

Los que quieran recorrer China por libre también pueden hacerlo. Los visados se conceden en la distintas embajadas europeas. De todas formas, como en ocasiones no están muy dispuestas a tramitarlos, lo seguro es hacerlo en el mismo Hong-Kong, a las mismas puertas del gran coloso. Distintas agencias de viajes se ocupan de obtenerlo en sólo 24 horas. En la petición hay que especificar las regiones que se desea visitar, y se puede ampliar la lista una vez en China.