Volkswagen da vacaciones a los obreros ante la huelga por las 35 horas semanales

Las negociaciones en torno a la reivindicación de la jornada semanal de 35 horas continuaron ayer con la misma dureza y sin síntomas de entendimiento en los distritos metalúrgicos de Baden del Norte y Wurtemberg, mientras la firma Volkswagen acordó enviar a unos 100.000 obreros tres días de vacaciones, para evitar el paro formal de la producción, y los empresarios del distrito de Hesse ordenaron el cierre patronal, desde la pasada medianoche, en todas las empresas con más de 1.000 obreros.

Tras la marcha sobre Bonn, con la guerra sobre el número de participantes todavía en el aire, los negociadores del metal se reunieron de nuevo cerca de Stuttgart para tratar sobre la semana de 35 horas. Sobre los manifestantes de Bonn, las cifras oscilan entre 70.000 hasta 230.000, según los organizadores.El representante de IG Metall, Ernst Eisenmann, se mostró pesimista, "porque los patronos afirman que no aceptarán modifican ni una jota en la semana de 40 horas". El representante patronal, Hans Peter Stihl, dijo que no hay perspectivas de acuerdo y que ellos mantienen la oferta de reducir la semana laboral sólo para determinados turnos de producción, pero no generalizada.

IG Metall plantea la exigencia de 35 horas semanales, pero esto es un límite para conseguir sucesivamente en varios años. Parece que el sindicato aceptaría incluso que se rebajase la semana a 39 horas en este convenio colectivo, pero por ahora los patronos permanecen inflexibles, como si oteasen la posibilidad de hacer, doblar la rodilla al potente sindicato IG Metall.

Con la intención de hacer daño en las cajas de huelga, los patronos del metal extendieron desde la medianoche el cierre patronal a 26.300 metalúrgicos del distrito de Hesse en todas las empresas con una plantilla de más de 2.000 asalariados o con más de 1.000 obreros. Del cierre se excluyen los empleados, aprendices y los encargados del mantenimiento. IG Metall anunció como respuesta huelgas de solidaridad, manifestaciones y mítines en 11 ciudades del Estado de Hesse, que implicarán a unos 75.000 trabajadores. El sindicato insiste en que la Constitución del Estado de Hesse prohíbe el cierre patronal.

Deterioro de la situación

La fábrica de automóviles Volkswagen en Wolfsburgo, que se ha quedado sin suministros, encontró ayer una fórmula hábil de evitar formalmente el cierre. Sindicato y dirección llegaron al acuerdo de conceder tres días de vacaciones, hasta el próximo lunes, a los 100.000 obreros. Estos días se descuentan de las vacaciones anuales, pero se evita así dejar a los obreros sin salario. No se sabe lo que ocurrirá el lunes, si antes no se llega a un acuerdo en la negociación.El deterioro de la situación es manifiesto en hechos hasta ahora insólitos en la vida laboral de la RFA. En Lorch, zona en huelga del distrito tarifario de Baden-Wurtemberg, los obreros ocuparon una fábrica de filtros para protestar por el paro, de la producción., El dirigente sindical Eisenmann declaró que "es un acto de legítima defensa contra la arbitraria dominación capitalista". Stihl acusó a los sindicatos de "lanzar por la borda todas las buenas costumbres de la lucha laboral". El IG Metall dice que la fábrica no fue ocupada; "simplemente los obreros encontraron las puertas abiertas y entraron a ocupar sus puestos de trabajo".