Edward Asner, 'Lou Grant'
La lucha de un actor contra Reagan y Ben-Hur
"Hoy la televisión tiene más poder que el cine", afirma Ed Asner, a quien no falta quien le llama Lou Grant, nombre del personaje que le ha hecho famoso. Miembro del Partido Demócrata y presidente del Sindicato de Actores de Estados Unidos, sus posturas progresistas le han granjeado las antipatías y la oposición de amplios sectores, tanto en su profesión como fuera de ella. Su polémica con Charlton Heston/Ben-Hur, líder del sector conservador, trascendió ampliamente los marcos del sindicato, al tiempo que Asner era amenazado de muerte por sus críticas al Gobierno de Ronald Reagan respecto a la política seguida en El Salvador.
Está casado y tiene tres hijos, dos de ellos gemelos. No se ha divorciado nunca y no parece dispuesto a hacerlo, aunque es capaz de hacer bromas aparentemente crueles: "Siempre he pensado que mi hija menor es hija de un taxista español, parece una gitanita". La explicación de la pretendida sospecha, expresada en tono abiertamente humorístico, se basa en el hecho de que supo del último embarazo de su esposa al regreso de un viaje a España. El segundo que hizo, en 1966. Asner había estado previamente en España en 1953. Entonces cumplía su servicio militar en el Ejército estadounidense destinado en Francia. Con dos amigos entró por San Sebastián, bajó hasta Madrid y ascendió hasta Barcelona. Por el camino perdió a los compañeros y se quedó Sin dinero. Las visitas a las ciudades le dejaron el sabor del visto y no visto, por eso volvió en 1966. Ahora lo ha hecho para intervenir en el espacio de Ángel Casas, de TV-3.En el hotel barcelonés donde recaló en 1966 sé encontró con Tennessee Williáms, y juntos recorrieron la ciudad en la que el actor pudo practicar su balbuciente y voluntarioso castellano.
Hace un par de años, Charlton Heston propuso que el sindicato que Asner preside y que el, propio Heston había encabezado anteriormente otorgara una mención especial a Ronald Reagan, también ex presidente sindical. Asner se opuso.
Además de las discrepancias en política exterior, Asner consideró que no se podía premiar a "un político que acaba de exterminar a los controladores aéreos en huelga. Fuimos criticados por hacer una donación a las familias de los controladores que quedaron sin trabajo, y, sin embargo, nadie protestó cuando otros sindicatos norteamericanos hicieron una donación de un millón de dólares al sindicato polaco Solidaridad. Me pregunto cuándo se hace política y cuándo no", explicó en aquella ocasión.
Apenas unos meses más tarde, Asner recibía una amenaza de muerte procedente de un grupo ultraderechista. La policía de Los Angeles se tomó la cosa muy en serio, y, durante un tiempo, el actor dispuso de protección policial. Fue una época dura.
A la amenaza se unió la cancelación del rodaje de la serie, patrocinada por la multinacional Kleenex, so pretexto de un descenso de la audiencia, aunque todo apunta a que, en realidad, la empresa se mostró incómoda por el envío por Asner de 25.000 dólares en ayuda médica a El Salvador y el boicoteo decretado a la firma y a la serie por sectores conservadores de Estados Unidos.
Actualmente, Asner prepara una nueva serie televisiva, "una comedia; no quiero volver a representar un personaje como el de Lou Grant, aunque no me arrepiento de haberlo hecho", mientras que apoya la unificación del Sindicato de Actores con el de extras, frente a la radical oposición del ala conservadora, con nombres como Charlton. Heston, Clint Eastwood y James Stewart. Al lado de Asner se alinean Jack Lemon, Kirk Douglas, Paul Newman y Burt Lancaster.
En alguna medida, su triunfo sobre Charlton Heston, interrumpiendo una larga etapa de dominio conservador en el sindicato, es también el triunfo de un actor modesto frente a otro consagrado y de la televisión frente al cine. Y es que, como él dice, "hoy la televisión tiene más poder que el cine". Pero, a pesar de ese poder, Asner acostumbra a ponerse una pegatina con la inscripción "ciudadano privado" cuando hace declaraciones políticas, a fin de que se olviden que es, también, presidente sindical.
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