Samaranch confirma el boicoteo de la URSS
El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Juan Antonio Samaranch, confirmó ayer la decisión soviética de no participar en los Juegos de los Angeles. "El movimiento olímpico luchará, sin embargo, hasta el último minuto para que el Comité Olímpico de la URSS cambie de opinión" afirmó. Marat Gramov, su presidente, se mantuvo inflexible en su postura. Según Samaranch, la decisión soviética de no acudir a la cita californiana se tomó tras una reunión mantenida el pasado 27 de abril, en Washington, en la que un funcionario del Departamento de Estado norteamericano indicó a un diplomático de la embajada soviética que los compromisos adquiridos tres días antes en Lausana, entre los representantes de la URSS y del comité organizador de los Juegos, no eran viables.
Las reuniones extraordinarias de las máximas autoridades del olimpismo en Lausana no aportaron, tal como se. esperaba y era previsible, nada positivo. Samaranch reconoció que el olimpismo vive un momento "bastante grave" desde el anuncio de la no participación. "Estamos otra vez en 1980; pero si entonces demostramos al mundo cómo luchamos para salvar al olimpismo, ahora haremos lo mismo". El presidente del COI afirmó también que si después del congreso olímpico de Baden-Baden el espíritu olímpico había salido "más fuerte que nunca", tal vez después de Los Ángeles sería el momento de celebrar un nuevo congreso".Una declaración final de la Comisión del Movimiento Olím pico, que se reunió ayer en una intensa jornada, fue leída por la directora del COI, Monique Berlioux, y en la misma se hizo un llamamiento,a todos los miembros del COI, a todas las federaciones internacionales deportivas y a todos los comités nacionales olimpicos para que contri buyan, con todos sus medios disponibles, a hacer cambiar de opinión a los comités nacionales olímpicos que anunciaron su no participación.
La Comisión del Movimiento Olímpico deploró que, a causa de esta decisión, se prive a los atletas de la posibilidad de encontrarse "y de acudir, en una atmósfera de amistad y entendimiento, a unos Juegos Olímpi cos". Esta comisión estuvo constituida ayer en. sesión extra ordinaria por los miembros de la comisión ejecutiva del COI; nue ve representantes de las federaciones internacionales; nueve de los comités nacionales olímpicos; Lord Killanin, presidente honorífico, y Peter Talberg, pre sidente de la Comisión de Atletas.
El presidente del Comité Olímpico soviético, Marat Gramov, explicó a la comisión las razones de la no participación de su país, que según Samaranch, son las músinas que recogió el comunicado oficial publicado en Moscú. Gramov explicó también lo sucedido entre el 24 de abril (fecha de la reunión en Lausana entre los comités olímpicos soviético, estadounidense y organizador de Los Ángeles) y el 8 de mayo, en que anunciaron su decisión.
Entrevista decisiva
Samaranch dijo que para los soviéticos fue decisiva una reunión del 27 de abril entre un representante del Departamento de Estado norteamericano, Edward Derwinski, y otro de la Embajada soviética en Washington, Victor Issakov. En dicha reunión, según Granlov, el Departamento de Estado norteamericano manifestó que los acuerdos de Lausana, del 24 de abril, no contaban con el apoyo del Gobierno de Estados Unidos.
Peter Ueberroth, presidente del comité organizador de los Juegos de Los Angeles, afirmó en posterior conferencia de prensa que dicha decisiva reunión para los soviéticos no tuvo importancia alguna.
Ueberroth dio todo tipo de gá rantías a la Comisión del Movimiento Olímpico de que los atle tas, periodistas jueces tendrán todos las mismas medidas de seguridad. "El trabajo de 20.000 personas, la mayoría voluntarias, en. la organización de Los Ángeles justifica que hagamos todo lo posible hasta el último momento para el éxito de los Juegos", añadió.
El presidente del COI manifestó en la conferencia de prensa que dichas garantías ofrecidas en materia. de seguridad por el presidente del comité organizador, y respaldadas por el presidente de Estados Unidos, le habían merecido confianza. Ahora, sin embargo, deberá convencer de ello a los soviéticos para que cambien de opinión. Y de la visita de Gramov a Lausana tampoco ha quedado claro cuándo podrá Samaranch visitar a Konstantín Chernenko, máximo líder político de la URSS, última baza de salvación del problema.
Finalmente, Lord Killanin, presidente vitalicio del COI, declaró que había participado en la confisión a titulo de'ejcperto de boicoteo, pero añadióque,en 1980, con ocasión de los Juegos de Moscú, el aviso se había producido antes. "Siempre hay una última razón, y la que nos han dado los soviéticos es que esto es una cuestión política. Estamos en medio de la guerra fría", concluyó.
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