Daniel Serrano Wild,

adolescente español de 15 años, fue descubierto en Ginebra (Suiza) sin graves daños en el fondo de un agujero de hormigón de diez metros de profundidad y ochenta centímetros de anchura, donde permaneció seis días sin comer ni beber. Un equipo de los servicios industriales de Ginebra le descubrió casualmente al hacer la inspección anual de un puente sobre el río Ródano. Daniel se encuentra actualmente hospitalizado, afectado de deshidratación y congelación en los pies. "El agujero era estrecho y por eso, aunque se golpeó algo al caer, no se rompió nada. Para calmar su sed, bebió su propia orina y se golpeaba la cara con frecuencia para no dormirse y pedir auxilio", manifestó su padre, Salvador Serrano Palmer. El joven había salido a pescar y se aventuró por curiosidad a través de la estructura de un puente, cayéndose al fondo de un boquete de hormigón.