Julián Gorospe, primer ganador español en la Vuelta

LUIS GÓMEZ ENVIADO ESPECIAL, La subida al monte Naranco sólo sirvió para definir quiénes son los mejores corredores de esta Vuelta a España. A saber. Gorospe, Caritoux, Alberto Fernández y Pedro Delgado. Y dos datos más: que Caritoux es superior a Alberto Fernández en la montaña y que Gorospe es quien está en mejor momento; si no se hubiera descuidado camino de Salou o en la subida a Rassos de Peguera, nadie dudaría, en estos momentos, que Gorospe fuera a adjudicarse la Vuelta. Pero tal y como están las cosas, el Reyno1ds anuncia una ofensiva general, mientras el Zor esperará. Caritoux es, indudablemente, el hombre a batir.

Una masiva asistencia de asturianos (200.000) y una climatología sólo condescendiente con los favoritos, escenificaron la subida al monte Naranco, de 12 kilómetros contra el reloj. Fue la confirmación de la fortaleza de Caritoux en todo lo que signifique montaña, y la de Alberto Fernández y Pedro Delgado como únicos opositores españoles a un triunfo final. Para los colombianos resultó una trampa que los retrasa en la clasificación general. Y, para Gorospe, un recordatorio de que la Vuelta a España estaba diseñada para que él la ganase. Es el que está más en forma, el más fuerte, pero su situación en la clasificación general necesitaría de un pequeño milagro para que recuperase opción al triunfo. Eso sí, ayer se produjo la primera victoria española en una etapa, la decimocuarta. 1984 no será un año récord.Fue la meteorología quien, antes que nadie, seleccionó a los favoritos. Para con los desheredados trajo lluvia, frío y hasta granizo y con los 15 sobresalientes escenificó un tiempo más seco y menos rigor con el termómetro. Por ello, Arroyo, que fue líder de la etapa durante algunos minutos y corrió bajo un vendaval de agua, se quejaba de la dureza de la carrera: "No me podía levantar del sillín en los últimos kilómetros so peligro de caer o patinar". Arroyo pronosticó que sería desplazado por otros corredores y acertó. Hombres como Coll, Cabestany y Belda tuvieron un buen comportamiento y resultó indicativo que Francesco Moser realizase mejor tiempo que Marino Lejarreta. Pero se esperaba la actuación de Gorospe para contar con una referencia idónea. Hizo 22.18, el mejor tiempo con claridad.

Luego, los colombianos dieron alas a sus seguidores. Cuando Corredor entraba en meta apareció lanzado Delgado, lo que era síntoma de un buen crono. Era el segundo en ese momento (23.14). Tras Patrocinio Jiménez apareció sprintando Alberto Fernández (23.03). Faltaba esperar a Caritoux. Hizo 22.58. Sólo Gorospe pudo con él.

Cosa de tres

La resolución lógica de esta Vuelta queda, pues, limitada a estos tres corredores: Caritoux, Alberto Fernández y Delgado y, por tanto, a tres equipos: Skill, Zor y Reynolds. Sobre ellos planea la sombra de un Gorospe que se resiste a sentirse derrotado e intentará, no se sabe cómo, hacer desaparecer la barrera de 6.18 minutos que le separa del liderato. Parece imposible, pero su lucha en las últimas etapas demuestra que lo intentará. Sin embargo, podría volver a levantar los rumores que existen sobre una clara disensión en el equipo Reynolds. Gorospe se resiste a sacrificarse por entero a la candidatura de Delgado, que se quedó solo en los lagos de Covadonga cuando sus compañeros (Gorospe y Laguía) tiraban por delante. Arroyo lo dejó bien claro: "Gorospe es un poco juvenil en su comportamiento. No debió hacer eso porque su obligación era subir a Delgado, pero creo que lo hizo sin mala intención. Alguna vez aprenderá".

Al Reynolds no le queda otro remedio, y así parece anunciarlo su director, Echávarri, que plantear una ofensiva general. Y Gorospe y Delgado constituirán su vanguardia. Delgado lo sabe: "Parece que Caritoux es más fuerte en la montafía y Alberto Fernández en la contrarrelej, por lo que niÍs dos grandes enemigos controlan esas dos especialidades. No me dan mucha opción a elegir". Y Mínguez, director del Zor, parece reservarse sólo para la contra-reloj de Torrejón, 33 kilómetros en llano. Hay, sin embargo, quien recomienda a Mínguez que se abstenga de tanta cautela porque permanece en la conciencia general cierta idea clásica de que el jersei amarillo confiere fuerza adicional, por, psicológica, a quien lo lleva. Y, en este sentido, Caritoux está demostrando mucha fortaleza como líder: no resultará presa fácil en una contra-reloj llana, aunque le separen 37 segundos de Alberto Fernández.