Ceses en la Caja Rural de Guadalajara y recuperación en la de Rioja

Seis miembros del consejo rector de la Caja Rural de Guadalajara, entidad intervenida por el Banco de España el pasado día 18, han sido inhabilitados en sus funciones, según ha constatado Santiago Barra. Por otra parte, la Caja Rural de Rioja, otra de las 20 entidades cooperativas de crédito en crisis, ha iniciado una recuperación a finales del pasado año, que ha sido el mejor ejercicio de su historia, informa desde Logroño Antonio Moral.

Entre los cesados en Guadalajara se encuentran las personas más relevantes de¡ consejo: Antonio Laso (presidente), Miguel Viejo (vicepresidente), Clemente López de Lucas (secretario), Luis Pastor (tesorero) y Andrés Bueno y Alejandro García (vocales). El motivo han sido diversas irregularidades administrativas y desobediencia a requerimientos producidos con anterioridad, al menos en tres sucursales, que han funcionado sin autorización de apertura del Banco de España.

La Caja Rural de Guadalajara, en situación confusa y conflictiva a raíz de la reciente investigación practicada por la Caja Rural Nacional, que suscitó diversos cambios en la dirección, registró a primeros de abril una nueva inspección totalmente inesperada del Banco de España.

Entre ambas inspecciones, la Asociación de Agricultores y Ganaderos (APAG), sindicato mayoritario del campo alcarreño, que varias veces ha acusado de caciquismo al equipo rector de la Caja Rural, efectuó dos requerimientos notariales que no obtuvieron contestación por el presidente de la caja. Preguntaba "por qué se había formalizado una operación encubierta de crédito de 80 millones de pesetas, concedido a la Cooperativa Provincial de Agricultores y Ganaderos (COPAG), a pesar de la prohibición del Banco de España", al tiempo que acusaba al presidente de haberla ocultado y de no haber dado cuenta de ello a la asamblea general. Pero posteriormente, fuentes de la COPAG han manifestado que la operación no se efectuó con la cooperativa, sino con ocho de sus socios, y que esto no figura entre los motivos principales de la intervención.

Mejora la Caja riojana

La Caja Rural de Rioja, por otro lado, se ha sabido que al finalizar 1983 obtuvo por primera vez en su historia un cash-flow (beneficios más amortizaciones) positivo en 224.000 pesetas, aunque después de dedicar algo más de 20 millones a amortizaciones. La tendencia de pérdidas se rompió a partir de agosto. Tras lograr en los últimos 12 meses un crecimiento en los depósitos del 20%, ahora cuenta con 5.611 millones de pesetas.

Según José Luis Garcillán, director, la Caja continúa en el grupo de las 20 entidades en crisis, porque las pérdidas acumuladas ascienden a 387 millones de pesetas. Para amortizarlas va a recibir un crédito de 500 millones del Banco de España y del consorcio de Cajas Rurales, que han recomendado una auditoría anual. Junto a la congelación salarial de toda la plantilla, la nueva gestión de la entidad ha consistido en sanear la cartera de pedidos mediante una diversificación de los créditos.