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Simon Spies,'el rey del charter'

Ha muerto el 'sultán' danés que se hizo multimillonario con el sol de Mallorca

El poder que da el dinero le permitió excentricidades que un danés de a pie no hubiera podido permitirse. Sin embargo, las excentricidades de Simon Spies no sólo eran toleradas, sino que creaban a su alrededor una gran popularidad, especialmente en aquellos sectores que veían en él la imagen de un arquetipo inalcanzable para sus propias vidas.Sólo Spies podía organizar aquellas fiestas orgiásticas en su lujosa residencia "Villa Fjolle", al norte de Copenhague, en las que el propio dueño de la casa protagonizó alguna vez un coito a cielo abierto, ante la concurrencia.

Pese a sus raíces luteranas, la sociedad danesa no parecía escandalizarse y las risueñas y escabrosas historias de Spies corrían de boca en boca por todo el mundo nórdico. Personaje de las Mil y una Noches, Spies gustaba de las mujeres jóvenes y bonitas . "Una mujer de más de 40 años no tiene nada para darme", solía decir, y así vivió, como un príncipe musulmán, rodeado de hermosas y complacientes "secretarias".

Sólo él podía permitirse pagar un billete de avión para uno de sus perros favoritos, Archibaldo, al que una vez un puntilloso comandante de SAS le impidió viajar en primera clase. El episodio quedó resuelto cuando la compañía, tras comprobar que Spies había facturado por 150 millones de coronas, se disculpó por el incidente y envió un hueso de regalo a Archibaldo.

Hace menos de un año, cuando tuvo la certidumbre de que estaba seriamente enfermo, celebró su cuarto matrimonio con Janni, una chica de 20 años, 40 menos que él, que trabajaba desde hacía cuatro como secretaria en sus oficinas de Copenhague. La boda fue un acontecimiento memorable y, en conferencia de prensa, el novio declaró, con cierto ácido sentido del humor: "Puedo asegurarles que dejaré una viuda bien contenta". Janni hereda ahora la empresa de la que Spies era único propietario, pero, si no desea seguir ocupándose del negocio, para dedicarse a terminar sus estudios en el gimnasio, tiene una cobertura de 500 millones de coronas para evitarse sobresaltos.

El irresistible ascenso de Spies comenzó a mediados de los años cincuenta. Su experiencia en el negocio turístico contabilizaba un período de trabajo como guía de viajes cuando era estudiante y una estancia de tres años en Mallorca, en la que había estudiado minuciosamente las posibilidades de la zona, que no se agotaban en el sol, para atraer a los viajeros de los brumosos países nórdicos.

Los comienzos fueron modestos. Pero, al cabo de 20 años, Viajes Spies se convirtió en la mayor empresa turística de Escandinavia. En el manejo de su empresa Spies fue mucho más parsimonioso que en la administración de su propia vida. Compraba aviones usados mientras la principal empresa competidora, adquiría costosos aparatos nuevos, que siempre tenían lugares vacíos, ,que Spies alquilaba a precios muy convenientes. Los mayores ingresos no provenían, sin embargo, de la colocación de billetes, sino de la venta de mercaderías en los aviones de la compañía y de los intereses de los entonces sólidos valores del Estado danés. Cuando alguien le sugería la posibilidad de bajar aún más el costo de sus viajes, Spies admitía que podía hacerlo, pero agregaba: "La competencia también tiene derecho a vivir. Si bajarnos los precios, los arruinamos".

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