Los directores de 18 prisiones estudian en Madrid la situación penitenciaria y el problema de la introducción de la droga

El director general de Instituciones Penitenciarias, Juan José Martínez Zato, convocó ayer en Madrid a los directores de las 18 prisiones más importantes del Estado, exceptuando las de Cataluña, que dependen de la Generalitat, para analizar la situación de las cárceles, especialmente en relación con la reforma parcial del reglamento penitenciario, que entró en vigor ayer, y el problema de la droga. En opinión de Martínez Zato no existe hacinamiento en las prisiones españolas, y en su análisis comparó la actual población penal, que asciende a 16.791 reclusos, con la de hace año y medio, cifrada en 23.500.

El máximo responsable penitenciario, en un posterior encuentro con los periodistas, manifestó que en la reunión han sido examinados temas como la entrada en vigor del nuevo horario de ocho horas para los funcionarios, que se pondrá en práctica a partir del próximo 1 de julio (actualmente realizan servicios de 24 horas y libranzas de 48), y el nuevo reglamento penitenciario, mediante el que se supera el desequilibrio existente entre los tipos de faltas con las que se sanciona a los internos y se extinguen los regímenes cerrados común y especial.Un tercer tema abordado fue la entrada de drogas en las prisiones, aspecto que en opinión de Martínez Zato parece que ha descendido en las últimas semanas y sobre el que "se están dando pasos importantes", a tenor de las explicaciones aportadas por los responsables de los centros penitenciarios andaluces. No obstante, se van a estudiar medidas de colaboración con los gobiernos civiles para reforzar la vigilancia externa con la presencia de efectivos de los cuerpos de seguridad.

En cuanto a ciertas presunciones procedentes de sectores sindicales de los funcionarios, que observan un progresivo aumento de la población reclusa, lo que podría provocar en breve una masificación, el director general de Instituciones Penitenciaria. subrayó que actualmente hay entre 7.000 y 8.000 presos menos que hace un año, aunque no descartó que se vaya produciendo un aumento paulatino, ya que desde enero a abril se han registrado 2.600 altas. Manifestó al respecto que se están estudiando fórmulas para evitar' masificaciones.

Juan José Martínez Zato dijo también que pretende realizar una política progresista y no regresiva, compatible con el ejercicio de la autoridad, y se mostró satisfecho por haber observado que el último informe difundido por Amnistía Internacional señalaba la desaparición de casos de malos tratos en las cárceles españolas.

"Conflictos en los establecimientos penitenciarios", indicó, siempre los hay". "Tenemos más de 80 centros", agregó Martínez Zato, "y en algunos hay mayor conflictividad que en otros. No niego que en un momento dado haya conflictividad en un centro determinado, pero eso no significa que haya que tener una imagen generalizada en este sentido".