A Las Palmas sólo le faltó algo de suerte

El entusiasta público canario ya estaba frotándose las manos de la emoción que representaba eliminar al Barcelona y jugar la final de la Copa del Rey. El cronómetro se apuró al máximo. El gol de la igualada de la eliminatoria llegó en un gran lanzamiento del chileno Contreras al sacar una falta directa. Las Palmas pudo haber marcado otro tanto, que hubiese significado su clasificación sin necesidad de prórroga. Pero ayer la suerte estuvo con el Barcelona; la afición, con Las Palmas, y la Copa del Rey, con su actual dueño.Era casi un carnaval. Los espectadores gritaron y cantaron durante todo el partido. El gol de Contreras fue celebrado como si se tratará del gol del triunfo. La provocación de la prórroga de 30 minutos fue festejada como la antesala de una gran victoria. Y cuando se llegó a los penaltis, el público ya pensó que iba a vivir otra final de la Copa del Rey.

Pero fallaron los hombres en que más se confiaba: Contreras y Félix. Y el Barça no perdió la ocasión. A un equipo como el azulgrana se le puede intimidar, jugar de tú a tú, igualarle una eliminatoria, pero pensar ya en que sus jugadores fallen penaltis resulta abusivo y atrevido, aunque Alexanco rompiera anoche esta regla.

Los 90 minutos de juego se jugaron al ritmo que impuso Las Palmas. Mientras el Barça jugaba con Maradona algo más retrasado que en otras ocasiones, el equipo canario, obligado por las circunstanciás, situaba tres puntas que llevaban, jugada sí, jugada no, peligro a la portería defendida por Urruti. Los contraataques del Barcelona eran peligrosos, pero sus puntas no acertaban en el remate final. Marcos, Carrasco y Rojo se encontraron con ocasiones propicias para marcar y Esteban estrelló un balón en un poste. Maradona sólo lució a ratos. Benito, Félix y Maschiarelli, mientras, se bastaban para traer en jaque a los azulgrana.